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ISSN 2753-4812
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El excelente camino de la devoción

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El excelente camino de la devoción

Relato abreviado de las experiencias de una mendicante en respuesta a las preguntas de un hermano vajra[1]

Por Sera Khandro

¡Eh ma ho!
En el reino puro del dharmakāya, eres el maestro Samantabhadra[2].
En el reino puro del sambhogakāya, eres Vairochana de las cinco familias de budas[3].
Eres el nirmāṇakāya Padmasambhava, Señor de los Tres Protectores[4].
Te ruego, Pema Ledrel, maestro del dharma y guía de discípulos , que moras en mi coronilla.[5]
Al haber madurado y liberado mi mente, ¡permanece como el Señor de las Familias en el chakra de la gran dicha, en mi coronilla, y concédeme completamente la bendición de una inteligencia supremamente aguda!

Tal y como se predijo claramente en las profecías vajra[6],
el dharmakāya de Samantabhadrī, el sambhogakāya de Vajravārāhī y el nirmāṇakāya de Yeshe Tsogyal de Karchen,
junto con la emanación mental de su habla iluminada, Dorje Shiwa Tso[7],
son todas mis emanaciones ilusorias de vidas pasadas.
Sin embargo, sigo siendo una simple mujer
con escaso conocimiento y una forma ordinaria.
Carezco incluso de las cualidades menores del estudio, concentración y meditación,
y me atormentan constantemente las fuerzas de la pereza y la distracción. Que alguien tan indigno como yo escriba un relato profundo
sobre la aparición de las enseñanzas excelsas y nobles cualidades
es como hablar de lotos celestiales: todo el mundo sabe que no existen[8].
No obstante, dos hermanos vajra cercanos[9] me pidieron encarecidamente que escribiera esto,
y para no decepcionarlos,
he aquí un pequeño relato de los hechos de mi nacimiento actual,
fruto de méritos acumulados previamente.
¡Que la asamblea de ḍākinīs que habitan en el espacio me conceda su permiso[10]!

Hace mucho tiempo, a los pies del Buda, fui conocida como Utpalma[11].
En las tierras de la India, era Rolang Derol,
y en presencia de Padmasambhava, fui Dorje Shiwa Tso.
En Khotan[12], fui la dama nepalesa Changchub Drön.
Después de múltiples renacimientos
nací como Kunzang Dekyong Chönyi Wangmo en Lhasa, Tibet[13],
en una familia de rango imperial, noble y rica[14].
Desde joven amaba el dharma
y anhelaba despertar por el bien de todos los seres[15].
Al ver que las ocho preocupaciones mundanas carecían de sentido,[16]
rogué constantemente a la Triple Joya[17].
Debido al poder de estas aspiraciones, cuando cumplí ocho años,
las ḍākinīs me bendijeron, cuidaron de mí
y me protegieron como a su hija querida.
La noble Tārā[18], se manifestó como una monja, me aceptó como discípula y me dio consejos para despertar la bodhichitta.
Kungabüma[19] me guió a través de la puerta del dharma,
dándome votos de refugio y demás,
y me mostró el camino a la liberación.
Aunque mis padres eran de buena familia
con mentes virtuosas propensas al dharma,
eran influyentes en la sociedad y buscaban el poder.
Por ello, durante algunos años llevé una vida
que mezclaba asuntos espirituales y mundanos,
mientras dirigía a nuestros súbditos y sirvientes.
Una orden de mi padre me obligó a casarme,
y esta orden me trajo gran tormento y desesperación.
Decidida a evitarlo, rogué a Padmasambhava,
Yeshe Tsogyal y a los ḍākas y ḍākinīs que habitan el espacio;
y por la fuerza de esas súplicas,
logré superar este obstáculo del saṃsāra.
Cuando tenía doce años, mi karma positivo floreció,
y Saraha[20] me aceptó como su discípula.
Me enseñó los caminos de la maduración y la liberación,
y las instrucciones esenciales del cuarto chakra[21].
Me otorgó esta transmisión completa
como quien entrega su más preciado tesoro.
Gracias a [la aplicación de] esta práctica,
los oscurecimientos de mis canales y vientos se redujeron ligeramente;
y avancé en los seis signos de entrada, permanencia e inseparabilidad[22].
Los despliegues mágicos de sabiduría, así como las deidades y demonios mundanos,
aumentaron mi realización y logré la sabiduría de rigpa.
Al comprender que el surgimiento de las formas de deidades y demonios eran solo manifestaciones de mi mente,
ya no tuve la necesidad de enmascarar mi realización.
Por un tiempo, cuidé de estas deidades y demonios como si fueran mis propios discípulos.

Cuando tenía trece años,
debido a la fuerza acumulada de mis oraciones pasadas,
conocí al poderoso Siddha Kukupa.[23]
Él me transmitió las instrucciones esenciales
para disipar los oscurecimientos presentes en los canales y los vientos.
A través del uso de los cinco chakras como soporte,
me enseñó las etapas del camino del mahāmudrā externo e interno,
así como las enseñanzas secretas.
Al desatar los nudos del canal de mi corazón,
seres de sabiduría me entregaron pergaminos simbólicos inconfundibles
y contemplé de manera directa los rostros de Padmasambhava y Yeshe Tsogyal.
Fui reconocida como emisaria de estos seres de sabiduría,
quienes profetizaron que había llegado el momento de beneficiar a los demás
y me dieron consejos sobre cómo cumplir gradualmente con los dos propósitos:[24]

En dirección hacia Kham —la tierra de los caníbales—
residen tus consortes, sostenedores del dharma y discípulos.
Los guiarás con humildad y habilidad en las tres tierras.

Recibí múltiples profecías y consejos,
así como transmisiones de ambos tesoros secretos de las dākinīs.[25]
Ellas me otorgaron los pergaminos simbólicos
que presagiaban sucesos presentes y futuros.
Me dijeron que en el futuro
tendría el poder de guiar a aquellos conectados conmigo
al reino de las ḍākinīs, una tierra pura que aparece por sí misma.
Me confiaron estos decretos por escrito
y Yudrönma me ayudó directamente redactando
las instrucciones de las ḍākinīs sobre los acontecimientos futuros.[26]
En particular, me enseñaron los métodos
para examinar a los consortes de las cinco clases[27],
así como las actividades de magnetizar, entrenar y madurar[28].
Después me presentaron textos que contenían las comunicaciones simbólicas de los vidyādharas[29], Orgyen de la Isla del Cobre[30],
y de las ḍākinīs, junto con instrucciones orales
que incluían predicciones sobre el presente y el futuro.
Basándome en ellas, pude beneficiar tanto a deidades como a demonios sin forma.
Los protectores y espíritus locales del Tíbet,
como Nyenchen[31] y otros, crearon condiciones favorables;
y aunque me entregaron varios tesoros,
decidí ocultarlos nuevamente para el [futuro] bienestar del Tíbet.

En ese momento, una monja que se creía era Kungabüma, me dijo:

¿Conoces el significado de la vacuidad?
Si no comprendes el significado de la vacuidad,
aunque hables y actúes con inspiración virtuosa,
los beneficios serán insignificantes.
Atada a todo por los estrechos lazos del egoísmo,
pasarás la vida haciendo malabarismos entre virtud y maldad.
El resultado será el renacimiento en los tres estados superiores,
así como en los reinos inferiores,
rotando entre ellos mientras permaneces dentro de los límites del saṃsāra.
Por lo tanto, no seas ciega a tu propia sabiduría.
Sabiendo qué aceptar y qué rechazar,
practica esta sabiduría que se sostiene por sí misma—
el gran secreto de la mente.

A esto respondí:

La principal entre las ḍākinīs de los tres kāyas, Varāhī,
yoginī de la danza mágica de la sabiduría,
te ruego con devoción inquebrantable.
Por favor, muéstrame el secreto de mi mente.
Concédeme tus bendiciones, Noble Señora, para que pueda llegar a ser como tú,
en lugar de permanecer en el saṃsāra en esta vida.

La Diosa respondió:

¡Eh ma ho!
Escucha, Afortunada pura,
esta explicación de las instrucciones orales sobre el secreto de la mente.
Primero, relaja tu cuerpo, habla y mente.
Los puntos clave del cuerpo son los siete puntos de Vairochana[32].
El punto clave del habla es dejar de hablar,
como las cuerdas de una vina[33] que se rompen.
No intentes hablar.
Reposa la voz y la respiración en su propio lugar.
El punto clave de la mente es descansar
en un estado libre de artificios, claro y vacío.
La naturaleza de la mente es vacía—
el dharmakāya, libre de elaboración.
Su resplandor es el sambhogakāya,
luminosidad sin obstrucciones.
Su radiación y reabsorción, las apariencias de lo que surge,
es el nirmāṇakāya.
La conciencia de rigpa, inseparable de los tres kāyas,
se perfecciona en la base.
Para aquellos con facultades más agudas,
que pueden comprender las apariencias como siendo la apariencia misma de [la conciencia] rigpa estas instrucciones orales esenciales son sumamente profundas.
Aquellos de facultades intermedias, cuya mente depende de los objetos, necesitan las instrucciones orales sobre la destrucción de la morada de la fijación dualista,
a través de discernir saṃsāra de la iluminación con el cuerpo, habla y mente y mediante el surgir, el permanecer y demás, de la mente[34].
Acepta mi consejo —estas profundas instrucciones orales—
sin ser perezosa como un niño,
y sin permitir que se disipen.
La visión de la vacuidad no es más que esto.
La conciencia de los tres kāyas es esto mismo.
La gran sabiduría que surge por sí sola es esto.
Aunque busques en todo el universo de los tres mil mundos,
no encontrarás un secreto de la mente más elevado.
Ya que tu mente, en realidad, es el buda perfeccionado,
no busques un supuesto Buda en ningún otro lugar.

Luego se desvaneció como un arcoíris en el cielo.

Me comprometí a esforzarme en la práctica hasta el día de mi muerte
siguiendo el consejo de esta ḍākinī.
Desde los catorce hasta los dieciocho años,
con el objetivo de lograr el dharma,
me sometí a numerosas austeridades físicas y verbales.
Aunque estuve casi un mes sin probar alimento alguno,
todo lo que hice estuvo orientado hacia el dharma.
Desde muy joven, deposité mi fe en el lama,
la Triple Joya y las deidades de la sabiduría.
Por lo tanto, cualquier sufrimiento insoportable que surgía
lo consideraba como el resultado del karma previo acumulado.
Sentía que, si no lograba realizar el sublime dharma en esta vida,
no tendría forma de devolver la inmensa bondad recibida,
tanto de todos los seres en general como de mis padres en particular.
Pensando así —con esta determinación desde lo más profundo de mi corazón,
abandoné mi tierra natal, que se había convertido en una tierra de caníbales,
impulsada por la fuerza de mis previas aspiraciones
y la fortuna kármica hacia la tierra oriental de Amdo-Golok.[35]

Debido a mi humilde condición y estado de pobreza,
fui denigrada y maltratada por prácticamente todo el mundo.
Así que —aunque poseía la capacidad de revelar profundos tesoros de la tierra[36]
no pude hacerlo por falta de compañeros adecuados,
sostenedores del dharma y similares.[37]
Ante las múltiples circunstancias negativas que me asediaban,
ofrecí un gaṇachakra[38] al maṇḍala de ḍākinīs de la actividad del espacio,
invocándolas con esta oración:

¡Ay! Ḍākinīs de Sabiduría,
por favor, no descanséis vuestra compasión en la expansión de la paz.
Mirad a esta desafortunada muchacha con amorosa bondad.
Aunque he seguido las instrucciones de las ḍākinīs,
me resulta difícil beneficiar a las enseñanzas y a los seres. En estos tiempos degenerados,
las personas están engañadas por puntos de vista erróneos y por demonios.
Aquellos que practican según el dharma
son tan raros como las estrellas en pleno día.
La gente considera como medicina la comida obtenida mediante
ofrendas religiosas dañinas y medios de vida erróneos.
Engañan astutamente a los demás, creyendo que esto no les afectará.
Aceptan alimentos dados con fe por los vivos,
acumulando las deudas de los muertos,[39]
e ignoran la ley de causa y efecto,
tales personas se involucran en todo tipo de negatividad.
Ante estos signos evidentes de los tiempos degenerados,
¿cómo puede alguien como yo
contribuir a poner fin a la decadencia de la doctrina y de los seres?
Estos testarudos, llenos de puntos de vista erróneos,
se enfurecen cuando se les confronta con amabilidad.
Dicen que las personas que siguen el dharma son tontas.
Aunque, siguiendo las enseñanzas del Buda,
los aprecié más que a mí misma
y me revestí con el manto de la paciencia,
viendo lo bueno y lo malo con sabor único,
dijeron que yo era una mala persona,
como un perro incapaz de distinguir el bien del mal.
Estos múltiples juicios y críticas
hicieron que todos creyeran que carecía de cualidades nobles.
Siendo el blanco de tales abusos, calumnias y puntos de vista equivocados—
olvídate de beneficiar a los demás—
¡me convertí en la causa de la ruina de todos!
Por ello, ¡que me deshaga de este cuerpo indigno
y renazca como un hombre con la libertad de practicar el dharma[40]!
Aun así, me esforzaré por cumplir las aspiraciones
del guru y la consorte, y beneficiar a la doctrina y los seres,
según las instrucciones de las ḍākinīs.
Por favor, ¡escuchadme ahora,
vosotras que residís en la expansión de la sabiduría!

Por la intensidad de mis lamentos y clamores,
las emanaciones del espacio surgieron como ornamentos de la expansión.
La gran madre de la expansión, la reina del espacio que todo lo ilumina,
reveló estas palabras en los signos secretos de las ḍākinīs que aparecen en el espacio:

¡Eh eh ya!
La luminosidad de la joya del cielo oriental
disipa imparcialmente la oscuridad de los seres.
¿Cómo es posible entonces emitir juicios de bueno o malo
sobre el cuerpo de una mensajera de las ḍākinīs madre?
Todo depende de tus discípulos y de sus aspiraciones kármicas.
No dejes que tu corazón se hastíe, entristezca o desanime.
Desde que tenías ocho hasta los catorce años,
debido a la intensidad de tus oraciones previas al Nacido del Loto,
lograste beneficiar un poco a dioses y demonios.
No hay motivo para estar orgullosa, ya que éste era el fruto de tu karma anterior.
Desde los quince hasta los veinte años,
experimentarás sufrimientos insoportables.
No te desanimes,
pues será el fin de este karma.
Desde los veintiún hasta los veintiocho años,
debido a las condiciones corruptas que rodearán a tus discípulos,
tus conexiones negativas con las personas
serán mayores que las positivas.
No obstante, suplicando diligentemente y sin dudar
a Padmasambhava y Yeshe Tsogyal,
encontrarás a tus destinados compañeros de tesoro
y sostenedores del dharma kármicos.
A partir de entonces,
tu habilidad para beneficiar a la doctrina y a los seres aumentará gradualmente,
y las conexiones negativas progresivamente
disminuirán en comparación con las positivas.
De nuevo, ya sean buenas o malas
las personas vinculadas contigo,
como siguen siendo tus discípulos a domar,
debes desprenderte de preferencias, alegrías y tristezas.
Tu visión ecuánime debe ser firme.
Para los emisarios de las ḍākinīs madre,
todo depende de las conexiones auspiciosas.
Es importante ser cuidadoso y actuar con habilidad.
Que te conviertas o no en una reveladora de tesoros depende de ti.
Si no sigues las instrucciones de las ḍākinīs de sabiduría,
aunque tengas el mandato de descubrir tesoros,
esto podría verse impedido por circunstancias negativas,
ocasionándote entonces resultados indeseados.
Aunque tienes permiso para descubrir tesoros,
otras circunstancias podrían dominarte.
Podrías enamorarte y casarte con un padre de familia,
perdiendo así tus objetivos espirituales
y entonces tus actividades de tesoro quedarían ocultas.
Adoptar este comportamiento sería una vergüenza.
Pero si cumples los mandatos de las ḍākinīs,
seguramente te beneficiarás a ti misma y a los demás.
¿Entiendes estas profecías, joven dama de noble familia?
¡Yo, una manifestación del espacio, me disuelvo de nuevo en el espacio!

Luego se desvaneció como la luz en el espacio.

Desde los diecinueve hasta los veintiocho años,
mis experiencias de alegría y tristeza fluctuaron como las olas en el agua.
La mitad de lo que ocurrió fue por el bien del dharma;
el resto, sufrimiento mundano.
En particular, por orden de un lama
de quien había recibido iniciaciones,
me casé y me dediqué a las actividades mundanas.[41]
Pero nunca pude hacer feliz a nadie.
Angustiada por estas situaciones, me desesperé del saṃsāra.

En una ocasión, mientras consideraba partir
hacia el reino de la montaña gloriosa invisible,
aparecieron dos hermosas muchachas de una tierra no humana.
Adornadas con muchas joyas preciosas, me hablaron dulcemente:

Eh ma, escucha amiga, ¿nos conoces?
Somos ḍākinīs agraciadas de un reino puro oculto
con consejos valiosos para ti.
Señora, ¿es oportuno que vayas
a la ciudadela dichosa de las ḍākinīs?
En tiempos degenerados, ¿no están las mentes de los seres
controladas por fuerzas demoníacas?
No pelees con tu compañero;
el efecto nocivo de la ruptura del samaya te afectará, ¿no lo sabes?[42].
La dama llamada Pal[43]
será tu recordatorio para practicar la virtud.
Para abandonar el apego o la aversión a esa situación,
¿no es mejor dejar las cosas como están?
Cuando la dragona adorne su corona
con [uno nacido en el] [Año] de la Serpiente de Hierro del sur,[44]
pronto recibirás la joya preciosa.
¿No es ese el cumplimiento del doble propósito?
Ahora no es el momento de que vengas a nuestra casa.
Gracias al aliciente
del sublime ser nacido en el Año del Caballo,[45]
las condiciones beneficiosas se alinearán para éste, el llamado Vajra.[46]
¿Lo entiendes?
Durante tres años y tres meses, no veas a nadie.
Si eres diligente en la práctica,
en la inconfundible ocasión especial de las ḍākinīs en Saga Dawa,
él disipará [tus obstáculos], ¿no lo sabes?[47]
Sea lo que sea que hagas,
si practicas perfectamente según las profecías de las ḍākinīs,
alcanzarás el estandarte de los dos linajes del tesoro,
¿No lo sabes?[48]
Vendremos a darte futuras profecías de vez en cuando.
No las compartas con otros,
están selladas en secreto.
Escóndelas en la expansión de tu corazón.

Luego se disolvieron como arcoíris en la inmensidad del cielo.
Después de esto, me sentí un poco enferma.

Entonces, una emanación genuina del gran revelador de tesoros, Karma Lingpa,
Jigdrel Chökyi Lodrö Rinpoche[49], me buscó,
a pesar de conocer [mis circunstancias].
Hizo hincapié en nuestras fuertes conexiones de dharma y samaya;
sin embargo, debido a los consejos de las ḍākinīs,
no había forma de que pudiera cumplirlas.
Por aquel entonces, un monje, vestido como un paṇḍita[50]
y afirmando ser Guru Rinpoche,
se me acercó mientras arreaba animales.
Me preguntó tres veces: «¿Me conoces?».

Le respondí:

Si eres Guru Rinpoche,
tienes la omnisciencia de los tres tiempos.
Tu actividad es incomprensible
y tus milagros no conocen obstáculos.
Habiendo alcanzado el siddhi supremo,
eres el más importante de todos los budas.
Me inclino respetuosamente ante ti, insuperable Guru.
Cuando las apariencias de esta vida se desvanezcan,
que yo y todos los que están conectados a mí
despertemos inmediatamente en la expansión original del dharmadhātu,
inseparables de ti, Noble Guru.

Al decir esto, el monje respondió:

Soy un nirmāṇakāya libre de causa y circunstancia,
espontáneamente presente y naturalmente surgido por el bien de los seres.
Este monje no tiene otro propósito que ayudar a los seres.
He alcanzado el vajrakāya, el cuerpo supremo que no tiene forma.
Aunque los seres ordinarios están muy lejos
de ver directamente al Nacido del Loto,
si invocan a Guru Rinpoche
con el poder de las aspiraciones previas y la fe,
dichos devotos verán mi rostro, oirán mi habla
y recibirán las bendiciones de mi mente sabia en los seis tiempos.
Puesto que tú también posees un karma afortunado,
me has conocido;
pero como has abandonado a tu consorte
y albergas dudas hacia el Mantra,
me percibes como un monje común.
Si deseas aprovechar los tesoros que te pertenecen,
cerca de aquí, en dirección al sol del sur
hay un revelador de tesoros que, aunque distinto a mí,
es inseparable de mí.
De la familia vajra, este bodhisattva se llama Raśmi[51],
si te unes a este héroe,
entonces desde el sur y hacia el sur
florecerán los dos linajes del tesoro predichos.[52]
Si la serpiente de hierro negro llega al vientre del dragón,[53]
una bandada de pájaros dorados se reunirá de todas direcciones como nubes.
Si el cuervo negro no derrama veneno,
durante sesenta años se evitarán las guerras de los bárbaros.
Por un tiempo, el sol de la dicha y la alegría amanecerá en el Tibet.
Es crucial que prestes mucha atención a los puntos clave
de las guías proféticas de tus propios tesoros,
como el tiempo, las señales, las interdependencias y demás.

Eso dijo, y debido a ello, mis percepciones se transformaron
y me encontré entre las filas de una asamblea de ḍākinīs de sabiduría.
De la vina de sus melodiosas palabras, como el canto de un kalapingka,[54]
recibí el mediano pergamino de ḍākinī de mis profundos tesoros del dharma.
Inmediatamente después, Vimaraśmi me aceptó como su discípula;
y desde la puerta occidental
de la segunda gran montaña nevada llamada Machen Pomra,[55]
en el cercano lugar sagrado de las siete damas airadas,
revelé el profundo tesoro
del Tesoro secreto de las ḍākinīs de la realidad.[56]
Además, en lugares donde se cumplen deseos, como la estupa de Ashoka,[57]
la Montaña de Hierro Luminoso,
el lugar sagrado de Dong Dzong, el pico del Acantilado de Garuḍa,
la Montaña del Loto Alto, la Fortaleza de los Monos, entre otros
lugares sagrados mayores y menores,
descubrí algunos tesoros, tanto tangibles como intangibles.
Cada uno de estos tesoros incluía predicciones oportunas.
Sin embargo, debido a la corrupción entre mis discípulos,
las conexiones auspiciosas se oscurecieron.
A pesar de ello, las enseñanzas profundas, oportunas y auspiciosas
son como la aparición de una corriente de agua
que no puede ser detenida por la tierra.
Aunque la negatividad se arremolinaba como el viento, no tuve miedo;
y poco a poco fui encontrando a los afortunados que mantendrían mi linaje.
Fui capaz de abandonar hábilmente las actividades
de las ocho preocupaciones mundanas.
Desde los veintinueve hasta los treinta y dos años,
debido a circunstancias temporales y a la maduración de mi karma previo,
fui abandonada por mi compañero, como un perro no deseado[58].
Conmovido por mi intensa e insoportable enfermedad,[59]
el Señor del Refugio, protector en mi coronilla, Pema Ledrel,
me aceptó y me otorgó su tesoro dhármico
de iniciaciones y enseñanzas,
arrancando la oscura ignorancia de mi mente.
Luego, abrió el tesoro secreto
de las cien puertas del conocimiento de la sabiduría,
enriqueciendo mi mente con la riqueza del estudio y la contemplación.
En particular, desperté directamente al significado interno de la sabiduría
y alcancé la unión de mahāmudrā en el camino de la liberación.
Gracias a esto, externamente, mi fama entre los discípulos creció;
e internamente, los nudos de mis canales, tanto central como de la garganta, se desataron por completo.
En secreto, actualicé la sabiduría no conceptual
y difundí cada vez más la doctrina
de las profundas enseñanzas del tesoro,
escribiéndolas y propagándolas.
Así, el bienestar de aquellos que debían ser domados se logró sin esfuerzo.
Asambleas de deidades, ḍākinīs, dharmapālas,
y guardianes del tesoro me acompañaron como mi sombra,
asegurando circunstancias positivas.
Su manera de darme profecías y consejos se registra en otros textos[60].

Un día, mientras seguía los consejos del héroe que beneficia a los seres[61],
cerca del Risco Blanco,
cuatro hembras no humanas con rostros de tigre, león, oso y loro se me presentaron.
Con una sola voz proclamaron melodiosamente:

¡Ha ya hi! ¡Escucha, poderosa Yoginī!
Desde la fortaleza de las ḍākinīs llamada Tidro,
la señora de la sabiduría omnisciente[62] ha enviado un sublime mensaje para ti.
En el lugar supremo, la Fortaleza de Dorje Drak (Roca Vajra),
en una asamblea de ḍākinīs vajra,
las profundas enseñanzas de La reunión de la mente de sabiduría
y La esencia del corazón de las ḍākinīs[63],
aparecerán como tu fortuna inmutable
en el momento y las circunstancias adecuadas.
Ese momento será el Año del Caballo,[64]
y entonces, es seguro que los guardianes lejanos
te presentarán tus tesoros.
Debido a la profundidad [de estos tesoros], puede surgir gran discordia;
por lo que debes ser extremadamente cuidadosa al respecto.
A través del rugido jadeante de la tierra,
es posible que el resplandor luminoso
del maṇḍala del sol que todo lo ilumina disminuya
al convocarse oscuras nubes de lluvia.
En ese momento, ¡sé sabia!
Las personas influenciadas por demonios
te invitarán con palabras agradables,
y podrían surgir diversos obstáculos no deseados.
Si sigues al llamado Ma,[65]
¿quién sabe cuál será el resultado?
En el momento futuro oportuno,
las ḍākinīs te traerán profecías claras que explicarán esto.
¿Lo has entendido, querida amiga?

Cuando respondí preguntando «¿quién eres?»
No pude terminar mi pregunta ya que me desperté por otras causas,
y la visión se desvaneció por sí sola.
Sin embargo, según las profecías de las ḍākinīs,
revelé los profundos tesoros,
los transcribí claramente y los distribuí a muchos.
Durante este tiempo, un hombre oscuro vestido con una chuba blanca,
que dijo ser el Rey de Gojo, llegó.[66]
Con una voz fuerte y aterradora, exclamó:

¡Tú, extraña señora!
¿Por qué has venido a este lugar y de dónde eres?
¡No te quedes o tendremos problemas!

Así gruñó, curvando los labios.

Le respondí:

Tú, desdichado,
nunca he visto una persona más rara que tú.
El valle de Trom es un lugar de paso para todos los tibetanos y chinos.
No sabía que te perteneciera solo a ti.
Sea como sea, no tengo ni hogar ni padres,
y deambulo por donde me place.
No aprecio ni mi cuerpo ni mis pertenencias;
los ofrezco como festín a los dioses y demonios
de percepciones kármicas confusas.
Derribo con fuerza el orgullo del ego
de todos los seres, con forma y sin forma.
Reconozco todo lo que surge y aparece
como una manifestación mágica de la mente.
Sostengo las instrucciones para destruir el aferramiento
a las percepciones engañosas y al egoísmo.
Has aparecido ante mis ojos por casualidad.
Sin embargo, libre de beneficio o daño,
todo es la manifestación del dharmakāya
dentro de la expansión de la intención de sabiduría
de la Gran Madre, primordialmente liberada, no nacida. ¡Phet!

Después de responder así, me relajé momentáneamente
en la gran conciencia vacía, libre de limitaciones,
el espacio de la pureza y la igualdad.
Y como en un sueño,
esa apariencia confusa se desvaneció en el espacio básico.

Debido a los efectos negativos de mi insuficiente mérito,
cuando tenía treinta y tres años,
el Señor del Refugio, joya omnisciente de mi corazón, Pema Ledrel,
partió hacia el reino de las ḍākinīs.[67]
Sin mi protector,
quedé sin hogar y sin pareja.
Incluso fui desterrada a una tierra lejana
convirtiéndome en una espina que irritaba los ojos de todos.
Solo mi hermano vajra, Natsok Rangdrol[68],
hijo del corazón del Señor del Refugio,
me consoló diciendo:
«Tú, la consorte suprema de Su Alteza,
no debes exiliarte a un lugar lejano».
Entonces, me vinculó con nuestros sagrados compromisos dhármicos.
Por eso, permanecí en el lugar sagrado
del Monasterio de Sera[69] durante varios años.
Mantuve, protegí y difundí las profundas enseñanzas
tanto del gran revelador de tesoros como de su hijo[70]
de acuerdo con el mandato del Señor del Refugio.
Propagué los profundos tesoros a todo el mundo,
tanto conocidos como desconocidos.
En particular, confié la herencia
de los dos tesoros[71] a aquellos afortunados,
como el principal sostenedor del dharma, Prajñā Raśmi[72].
Además, otros innumerables seres afortunados
preservaron las preciosas enseñanzas a través de la práctica solitaria.
Al cumplir el doble propósito,
sostuve las enseñanzas de los dos tesoros;
y cuando entronaron a la reencarnación
del Guru, Señor Refugio,
el sufrimiento de mi corazón se alivió un poco.
Además, por su bondad,
mi Señor del Refugio, la joya que cumple deseos,
en realidad había considerado a un perro miserable como yo
como un «león de melena turquesa»; Cuando reflexionaba sobre ello,
la tristeza de mi mente nunca se disipaba.
Cuando el sol que todo lo ilumina salía,
me acordaba del kāya de mi Señor del Refugio, joya que cumple deseos.
Cuando su luz disipaba la oscuridad en todas las direcciones,
pensaba en su iluminada cualidad de compasión imparcial.
Desde lo alto del cielo,
cuando el sol se ocultaba detrás de las montañas occidentales,
recordaba cómo mi maestro vino a guiarnos a todos
y ahora había trascendido el sufrimiento.
Cuando contemplaba la vasta expansión del cielo,
recordaba la aparición de su surgimiento natural,
rūpakāya espontáneamente presente,
apareciendo desde la expansión del dharmakāya puro, la base del espacio básico.
En todos los símbolos y signos y en todo lo que veía y aparecía,
recordaba a mi Señor del Refugio, joya que cumple deseos.
En cualquier lugar solitario o monasterio en el que me quedaba, echaba de menos a mi guru.
Cuando reflexionaba sobre mi práctica y las instrucciones orales, extrañaba a mi guru.
Cuando me reunía con mis nobles hermanos y hermanas del dharma,
añoraba a mi guru.
No importaba lo que sintiera,
me acordaba de mi guru.
Solo pensaba en mi guía y maestro, Pema Ledrel,
a quien extrañaba profundamente.
Lloraba incesantemente.
Debido a esa intensa tristeza,
mi pensamiento se tornó confuso.
Aunque lo había acompañado durante mucho tiempo,
parecía que todo había pasado en un instante.
Había recibido muchas iniciaciones y enseñanzas,
pero ahora parecía que habían tenido lugar en un segundo.
Cuando pensé en cómo todo había sucedido de esta manera, mi corazón se rompió.
Ver su rostro provocaba que
la fe y la devoción surgieran desde lo más profundo de mi ser.
El mero hecho de oír su voz me conducía
al camino de la madurez y la liberación.
La intención iluminada de su mente de sabiduría
abría las cien puertas del tesoro secreto.
De él descendía una lluvia de enseñanzas del dharma
adaptada a las disposiciones mentales y las capacidades de los seres,
liberándolos de los estrechos pasadizos del saṃsāra.
Habiendo alcanzado el nivel supremo de la insuperable y constante exaltación,
fue el guía que liberó a los seres en la expansión primordial.
Su bondad era inconcebible,
y yo no tenía forma de corresponderle.
Reflexionar sobre las implicaciones de eso
agitó aún más mi mente afligida,
y caí en lamentos pensando en mi sublime guru.
Sin embargo, para corresponder a su bondad,
deseché esos pensamientos egoístas basados en mis propias emociones.
Expliqué y difundí los profundos tesoros a los discípulos afortunados.
Actué en armonía con el dharma
en todas mis acciones de cuerpo, habla y mente.
Como un rinoceronte, seguí practicando en soledad [73].
Aunque tenía autoridad [para revelar] mis propios tesoros,
me sentía indigna de la actividad de los tesoros.
Pensaba: «Si el descendiente mantiene el linaje del padre, es suficiente».
Se dice que los lugares de mis propios tesoros profundos
son los tres lugares del cuerpo iluminado,
los tres lugares de la mente iluminada,
los tres lugares de Dragmar (Risco Blanco) y Dzong (Fortaleza),
y dos lugares sagrados ocultos.
En cuanto a las enseñanzas profundas,
están los ciclos del tronco, la rama, la flor y el fruto,
y los tesoros inmutables de la mente iluminada, como la tierra.
Mis tesoros suplementarios de la actividad iluminada son inconcebibles.
Mis tesoros compañeros
son los dos supremos y los tres excelentes,
los cinco grandes bodhisattvas pertenecientes a las cinco familias.
Mis sostenedores del dharma son cuatro hijos del corazón, ocho supremos,
seguidos de veinticinco, luego cien y así sucesivamente.
Alcanzarán el resultado de las dos fases en una sola vida.
El momento, las señales y las circunstancias adecuadas
para revelar mis tesoros del dharma están indicados por las ḍākinīs
en los capítulos de mis inventarios de tesoros, guías proféticas interiores,
inventarios suplementarios, apéndices, etc.
Ellas predijeron que mi labor de beneficiar a los discípulos
se extendería en cinco lugares, especialmente en el este y el sur.

En resumen, he puesto por escrito esta breve colección de palabras esenciales
sobre mis tesoros en forma de autobiografía,
como algo de gran significado expresado con pocas palabras,
que colmará los deseos de los discípulos dignos.
¿Cómo podría alguien como yo, de nacimiento ordinario inferior,
tener cualidades secretas de habla excelente?
En cualquier caso, a través de la compasión de los gurus del linaje
y de la maduración final de los resultados de las dos acumulaciones
a lo largo de muchas vidas, alcancé un nacimiento dotado de dharma y complací a los nobles.
El sostenedor de profundos tesoros, Pema Lingpa,
me sostuvo con su compasión;
Por su transmisión de enseñanzas que maduran y liberan,
mi karma previo se despertó junto con la autoridad
para revelar algunos tesoros profundos menores.
Desde entonces, tuve la capacidad de siddhis innegables
[para revelar] tesoros profundos en varias vidas futuras.
Aunque no tenía intención de mantener un séquito de discípulos
debido a mis aspiraciones anteriores,
cuidé de ellos con medios hábiles.
Al carecer de cualidades secretas significativas,
este relato es simplemente una versión abreviada de cómo he vivido.
No lo he escrito por motivo de estatus
ni por las ocho preocupaciones mundanas.
Para no romper mi promesa a los discípulos afortunados,
he puesto por escrito algunas tonterías.

A través de esta virtud, que los pies de loto
de los sostenedores del dharma permanezcan firmes.
Que las conexiones auspiciosas externas e internas se perfeccionen
y el mérito aumente.
Que toda decadencia del dharma en todo el universo
y entre los habitantes se disipe.
Que se apacigüen los malos tiempos de guerra y hambruna.
Que las profundas enseñanzas del tesoro se difundan en las diez direcciones,
y se incrementen las actividades iluminadas de quienes las sostienen.
Que el poder y la riqueza de los benefactores se extiendan y aumenten,
que los seres alcancen la felicidad
y practiquen el dharma plenamente dotado.
¡Que todos los seres se liberen en el Palacio de la Luz de Loto de Ngayab[74],
y sean bienvenidos por los vidyādharas, ḍākas y ḍākinīs!
Recitando la canción del Guru Siddhi [Mantra],
que renazcamos en la tierra de las ḍākinīs,
Oḍḍiyāna, indivisible de Pema Drodul Lingpa
y que maestro y discípulo despierten inseparablemente
en su iluminada intención de sabiduría.

Este es el relato de las experiencias de una mendicante. Aunque es difícil pronunciar el nombre del omnisciente Señor del Refugio, lo menciono aquí con un propósito.

Mis dos hermanos vajra, sublimes monjes de Shākyamuni con mentes libres de conceptos, los yoguis celestiales Donli y Rangjung, quienes fueron discípulos genuinos del gran sostenedor de la conciencia y el Señor de los Realizados, Gelek Palzang, ambos me pidieron fervientemente durante mucho tiempo [que escribiera esto], con pañuelos de ofrenda inmaculados y plata. Mi propio estudiante, el vagabundo Sherab Özer, quien sostuvo los tres linajes del tesoro, permaneció únicamente en lugares aislados y difundió las profundas enseñanzas como pudo. En particular, ofreció su cuerpo, habla y mente al lama y, habiendo abandonado la actividad no virtuosa, se dedicó por completo a la práctica. También me pidió insistentemente [que escribiera esto].

Además, muchos estudiantes fieles como Rigzang, Gyurme Trinle y otros me lo solicitaron encarecidamente. Para no ignorar sus profundas peticiones, la más humilde de todos los estudiantes del señor omnisciente, yo, Kunzang Dekyong Chönyi Wangmo, escribí esto en el Año de la Serpiente de Tierra (1929), en el noveno mes, en el auspicioso decimosexto día, desde el aislado lugar de retiro en el Monasterio de Sera. Mi ayudante, el monje Tsultrim Dorje, me proporcionó los materiales de escritura.

¡Que esto se extienda por todas las direcciones y tiempos, y que todo sea auspicioso! ¡Que la virtud prevalezca en los tres tiempos!

Gue'o Gue'o Gue'o. Sarva Mangalam.


| Traducido por Christina Monson, 2012. Publicado originalmente en «The Excellent Path of Devotion», Kama Terma Publications, Boulder, Colorado.* Traducido al español por Sara Rojo con el generoso apoyo de Lotsawa House, 2024.*

*Kyabje Chatral Sangye Dorje Rinpoche es la Joya que Cumple los Deseos, a quien le debo todo. La traducción de estas preciosas palabras de Sera Khandro fue posible gracias al apoyo y aliento de la gran ḍākinī Saraswati Devi, hija de Chatral Rinpoche. Muchas personas me proporcionaron una ayuda invaluable a lo largo del camino, como Loppön Jigme Rinpoche, Bhakha Tülku Rinpoche, Lama Chönam, Sangye Khandro, Sarah Jacoby, Heidi Nevin, Elizabeth Monson, Carol Schlenger, Julia Gruberg, Sarah Bolasevich, Wayne Amtzis, Sangye Dragpa y otros. El amor y la amabilidad de mis padres, John y Susan Monson, han estado siempre presentes, y su apoyo ha sido de un valor incalculable. Kay Henry y David Bolduc facilitaron la preparación del manuscrito y del libro para la primera publicación de esta traducción, que contó con el apoyo parcial de una subvención de la Fundación Brown-Monson.


Versión: 1.0-20240916


  1. En la tradición Vajrayāna, un practicante llama «hermanos y hermanas vajra» o «allegado vajra» a aquellos que comparten el mismo linaje, reciben juntos iniciaciones y enseñanzas orales, y comparten el mismo guru.  ↩

  2. Según la tradición budista, el dharmakāya, naturaleza absoluta, o cuerpo de la verdad, puede entenderse como la base fundamental de la iluminación, descrito en términos de distinciones conceptuales como conteniendo los aspectos de pureza original y presencia espontánea. Dentro de esta base, el Buda primordial, Samantabhadra, se ilumina al reconocer la verdadera naturaleza de la realidad tal como es, sin caer nunca en la confusión.  ↩

  3. Las cinco familias de budas son: Vairochana, Akṣhobhya, Ratnasambhava, Amitābha y Amoghasiddhi. Vairochana está en el centro cuando se representa a los cinco juntos. Lago Glacial (gangs chen tsho/gangs chen mtsho) es un epíteto de Vairochana y se refiere a la cosmología budista, donde la existencia surge del agua perfumada que fluye de los cuerpos de estos budas, manifestando los reinos puros y todos los universos. Esto es lo que puede entenderse como el sambhogakāya, o el cuerpo de la naturaleza del gozo, que es la manifestación de sabiduría de la base primordial de la iluminación como budas, tierras puras y diversas apariencias de sabiduría. Para una explicación más extensa, véase Jamgön Kongtrul Lodrö Tayé, Myriad Worlds, traducido y editado por el Comité Internacional de Traducción fundado por V.V. Kalu Rinpoche (Ithaca, Nueva York: Snow Lion Publications, 1995) p. 103.  ↩

  4. Los «tres protectores» se refieren a los bodhisattvas Mañjushrī, Avalokiteshvara y Vajrapāṇi. Padmasambhava, también conocido como Guru Rinpoche, el gran maestro indio a quien se le atribuye el establecimiento de las enseñanzas budistas en el Tíbet por invitación del rey Trisong Detsen (khri srong lde btsan) (siglo IX), es visto como la emanación de todos ellos combinados en uno. El significado de nirmāṇakāya, o cuerpo de emanación, es la sabiduría de los budas encarnada en seres que aparecen en este mundo para beneficiar a los confundidos, utilizando cualquier medio hábil necesario.  ↩

  5. «Pema Ledrel», Tülku Drime Özer (sprul sku dri med 'od zer, 1881-1924), fue el guru supremo y compañero espiritual de Sera Khandro, Dewe Dorje, (se ra mkha’ ’gro bde ba'i rdo rje, 1892-1940). También conocido como Rigdzin Chenpo Pema Drodul Sangngak Lingpa (rig 'dzin chen po padma 'gro 'dul gsang sngags gling pa), Tülku Drime fue uno de los ocho hijos del gran revelador de tesoros Dudjom Lingpa (bdud 'joms gling pa, 1835-1905) y él mismo fue un revelador de tesoros (tertön/gter ston), aunque la mayor parte de su colección no ha sido localizada. Según la biografía de Tülku Drime escrita por Sera Khandro, entre sus encarnaciones pasadas se encuentran el khenpo indio Vimalamitra; la princesa del rey Trisong Detsen en Samye, Semo Lhacham Pemasal (sras mo lha lcam pad ma gsal); Yarlha Shampor Pema Ledreltsal (yar lha sham por pad ma las 'brel rtsal), encarnación de mediados del siglo XIII de la princesa Pemasal; y Longchen Dorje Ziji (klong chen rdo rje gzi brjid) o el gran omnisciente Longchen Rabjam (1308-1363). Sera Khandro se refiere frecuentemente a Drime Özer como Pema Ledrel o Pema Ledreltsal en sus escritos autobiográficos.  ↩

  6. Las profecías vajra son referencias predictivas que se encuentran en los escritos de muchos de los grandes maestros de la tradición budista tibetana, como Padmasambhava, quien, junto con su consorte tibetana Yeshe Tsogyal, escondió innumerables enseñanzas profundas del dharma como tesoros destinados a ser descubiertos en tiempos futuros. Padmasambhava, al igual que otros, predijo quienes descubrirían estas enseñanzas. Una de estas profecías vajra, relacionada con Sera Khandro, proviene de la profunda enseñanza del gran revelador de tesoros Pema Lingpa (padma gling pa) llamada Inventario rojo conciso (snying byang dmar po), citada por Khenpo Pema Ösal Thaye en: «En el futuro, en un lugar dhármico de los dioses, una emanación de Vajravārāhī con el nombre de Dicha (bde ba) [vendrá] en el Año del Dragón de Agua. En su coronilla, garganta y corazón, [las sílabas] bam y ha, ri, ni y sa estarán claramente escritas. Ella reunirá los dos linajes de tesoros profundos y guiará hábilmente a sus discípulos». Véase Khenpo Pema Ösal Thaye, Biografía abreviada de la ḍākinī del [Tíbet] Central titulada Guía para alcanzar las Tierras Puras (dbus za mkha 'gro'i rnam thar bsdus pa mkha' spyod bgrod pa'i lam yig bzhugs) en un pequeño libro titulado Un jardín de placer de néctar [mirobálano] (deb chung a ru ra'i ga tsal zhe cha wa zhuk/deb chung a ru ra'i dga' tshal), (Chengdu: Sichuan Nationalities and Languages Press, si khron mi rigs dpe skrun khang, 2003), 76.  ↩

  7. Como consorte del buda primordial Samantabhadra, no dual con su mente de sabiduría, Samantabhadrī simboliza la representación femenina de este estado iluminado y, como tal, se presenta como la primera en la línea de encarnaciones previas de Sera Khandro. Más que tomarse literalmente, esto indica que la mente y el linaje de sabiduría de Sera Khandro fluían directamente del propio dharmakāya, representado por Samantabhadrī. La deidad de la sabiduría del sambhogakāya de Vajravārāhī, tiene un lugar prominente en las enseñanzas reveladas de Sera Khandro, ya que fue Vajravārāhī quien le otorgó a Sera Khandro a la edad de trece años en un sueño las dos colecciones de enseñanzas del tesoro que se convirtieron en el núcleo de su linaje de práctica. Finalmente, el nirmāṇakāya de Vajravārāhī, en la forma de la gran consorte tibetana de Padmasambhava, Yeshe Tsogyal, es el origen humano del linaje de encarnación de Sera Khandro; y en sus ciclos del tesoro hay varias prácticas de meditación centradas en Yeshe Tsogyal.  ↩

  8. El ejemplo del loto celestial, o flor del cielo, se invoca a menudo para referirse a algo inexistente. En este contexto, Sera Khandro utilizó humildemente esta imagen para indicar que no tenía cualidades especiales o dignas de alabanza y que este hecho era ampliamente conocido.  ↩

  9. En el colofón de este texto, Sera Khandro menciona a dos hermanos vajra, Donli (don li) y Rangjung (rang byung), quienes le hicieron ofrendas y le pidieron que escribiera la historia de su vida. También menciona a otras tres personas que le hicieron peticiones.  ↩

  10. Las ḍākinīs que habitan en el espacio, o ḍākinīs que deambulan por o actúan dentro de los reinos puros, fueron invocadas con frecuencia por Sera Khandro en sus comentarios y colecciones de tesoros. Estas importantes figuras de sabiduría, generalmente femeninas, son responsables de la protección y propagación de los tesoros revelados, desempeñando así un papel central en la vida de los reveladores de tesoros del budismo tibetano. A lo largo de su vida, según consta en sus escritos autobiográficos, Sera Khandro las invocó y fue así abordada y aconsejada por estas ḍākinīs en muchas ocasiones. A veces aparecían en forma humana y otras como animales o combinaciones de humano y animal, indicándole repetidamente el curso apropiado de acción en momentos cruciales de su camino.  ↩

  11. La referencia a la monja budista Utpala-varnā alude a su esfuerzo por ser la primera en saludar al Buda a su regreso del Cielo Tuṣhita, donde había estado visitando a su madre.  ↩

  12. Khotan (li yi yul) fue un antiguo reino budista establecido hacia el siglo IV a.C. en la región actual de Xinjiang (China), también conocida como el Turkestán chino. Las leyendas que atribuyen la fundación del reino al rey indio Ashoka y/o a sus hijos están recogidas en los escritos del peregrino chino Hüan tsang y también en la crónica tibetana del Li-yul. Véase Lamotte, Étienne, History of Indian Buddhism, trad. Sara Webb-Boin (Lovaina-La-Nueva: Universite Catholique de Louvain, Institut Orientaliste, 1988) 257-258.  ↩

  13. Sera Khandro es conocida por otros nombres, entre ellos Ḍākinī del Gozo de Diamante del Tíbet Central (dbus bza' mkha' 'gro bde ba'i rdo rje). El nombre «Sera Khandro» proviene de su residencia en el monasterio de Awo Sera, en Serta, al este del Tíbet, donde se alojó a petición de Sotrul Natsog Rangdrol (bsod sprul sna tshogs rang grol), discípulo del corazón de su guru, Tülku Drime.  ↩

  14. Otras fuentes mencionan que Sera Khandro nació de un padre llamado Lhasey Jampa Ngonpo (lha sras byams pa mngon po), Señor de la Bondad Amorosa, Hijo de los Dioses, que era un jefe local «conocido como una emanación del anciano Rong Tsatra (rong tsha khra). Se dice que tenía habilidades para descubrir tesoros, mostraba signos de realización sin obstáculos y era una persona poderosa y fuerte». A su madre se le describe como perteneciente a la clase de las ḍākinīs, una dama del Linaje Nup (gnub) llamada Tsering Chö Dzom (tshe ring chos 'dzoms), Dharma Abundante de Larga Vida. Sera Khandro nació en el Año del Dragón de Agua del Decimoquinto Ciclo Rabjung (1892) en Lhasa, en medio de muchos signos maravillosos, como un arcoíris en el cielo, una niebla fragante y el rey de los buitres danzando sobre el tejado de su casa. Véase la referencia a la obra de Khenpo Pema Ösal Thaye en la nota seis, página 77.  ↩

  15. «Bodhichitta», o mente despierta, se refiere a la intención compasiva y altruista de obrar por el bienestar, la felicidad y el beneficio, tanto temporal como definitivo, de todos los seres, hasta vaciar todos los reinos del saṃsāra.  ↩

  16. Desde el punto de vista budista, las ocho preocupaciones mundanas son: ganancia y pérdida, alabanza y crítica, buena y mala reputación, placer y dolor. Representan los principales obstáculos que impiden llevar a cabo la práctica del dharma.  ↩

  17. Las Tres Joyas son el Buda, sus enseñanzas o el dharma y la comunidad de practicantes espirituales o sangha.  ↩

  18. La buda femenina Tārā, o Jetsün Drolma como la conocen los tibetanos, es respetada y se le considera como la gran madre de la liberación. Aparece en muchas formas, y los tesoros de Sera Khandro contienen muchas meditaciones sobre ella como deidad personal.  ↩

  19. «Kungabüma» es una referencia a Kungabumpa (kun dga' 'bum pa), la enigmática reveladora de tesoros del siglo XIV, quien también es considerada como una encarnación de Yeshe Tsogyal. Es muy conocida por su tesoro El tantra de la madre secreta, ciclos de práctica diaria (ma rgyud gsang ba lam khyer gyi chos skor).  ↩

  20. Se cree que el mahāsiddha indio Saraha nació en una familia de brahmanes del este de la India a finales del siglo VIII o principios del IX de nuestra era. Saraha es conocido por sus dohās, o himnos espirituales, que expresan su percepción y realización.  ↩

  21. Estas instrucciones están relacionadas con la práctica de la unión.  ↩

  22. Se refieren a las prácticas con la respiración según el entrenamiento con los canales de energía sutil del cuerpo y los vientos.  ↩

  23. Se dice que a Kukurādza, otro mahāsiddha indio, el rey Dza le enseñó los tantras internos, tras haber recibido la transmisión de Vajrapāṇi, el Señor de los Secretos. Véase Dudjom Rinpoche, Jigdrel Yeshe Dorje, The Nyingma School of Tibetan Buddhism: Its Fundamentals & History, traducido y editado por Gyurme Dorje y Matthew Kapstein (Boston, USA: Wisdom Publications, 1991), 460.  ↩

  24. Los «dos propósitos» significan aquí la consecución del beneficio propio y ajeno. También puede significar la realización de dos kāyas, el dharmakāya y el rūpakāya (zük ku/gzugs sku).  ↩

  25. Estos dos tesoros son El tesoro secreto de la realidad de las ḍākinīs (chos nyid mkha' 'gro'i gsang mdzod) y La esencia del corazón de la realidad de las ḍākinīs (chos nyid mkha' 'gro'i thugs thig).  ↩

  26. Yudrönma, o la Dama Adamantina de la Lámpara Turquesa, es una importante deidad protectora asociada a varios linajes preeminentes de tesoros tibetanos.  ↩

  27. Las «cinco clases» se refieren a las cinco familias de budas.  ↩

  28. Estas actividades deben entenderse como relacionadas con la práctica de consorte, lo cual implica atraer a un consorte adecuado y asegurarse de que, si no ha sido entrenado en las prácticas preliminares, complete dicho entrenamiento.  ↩

  29. Se trata de los sostenedores de la conciencia, un título o forma de referirse a los seres iluminados.  ↩

  30. Este es otro nombre para Guru Padmasambhava.  ↩

  31. Nyenchen Tanglha (gnyan chen thang lha) es una deidad protectora del mundo que recibe su nombre de una cadena montañosa del Tíbet central. Es un importante protector de las enseñanzas Ñingma y se le considera como un bodhisattva del octavo nivel.  ↩

  32. Estas son instrucciones sobre la postura correcta para meditar sentado.  ↩

  33. Se trata de un instrumento de cuerda de la antigua India, considerado como el precursor de la cítara.  ↩

  34. Las prácticas de discernimiento entre saṃsāra e iluminación implican varios tipos de meditaciones físicas, verbales y mentales, que se clasifican como prácticas preliminares antes de participar en las principales prácticas de thögal (thod rgal) de las enseñanzas de la Gran Perfección (rdzogs chen). El examen del surgimiento, permanencia y cese de la mente es un entrenamiento que a menudo precede a las instrucciones esenciales del señalamiento, las cuales señalan al practicante a la conciencia de la sabiduría, la cual se sustenta principalmente en el entrenamiento de trekchö (khregs chod) del camino de la Gran Perfección.  ↩

  35. A los quince años, Sera Khandro emprendió una audaz huida nocturna de su hogar en Lhasa para unirse al campamento itinerante de Drime Özer y su séquito de Golok. Al no entender ni hablar el dialecto de Golok y no estar acostumbrada a las dificultades físicas debido a su vida aristocrática, se vio abocada a la difícil situación de intentar adaptarse a un rudo estilo de vida nómada entre gente que la veía con una mezcla de sospecha, celos e indiferencia. Su determinación de practicar el dharma con pureza y su fe en Drime Özer acabaron por conseguir una tenue aceptación entre su séquito mientras viajaban hacia el este, a la región de pastos de las tierras altas de Amdo-Golok, situada a lo largo de la frontera entre las dos provincias chinas actuales de Sichuan y Quinghai. Fue en estas zonas donde Sera Khandro pasó el resto de su vida.  ↩

  36. Existen muchas categorías de tesoros dentro del ámbito de actividades de la tradición tibetana de los tesoros. Los tesoros de la tierra suelen ser objetos materiales, como estatuas preciosas, jarrones y otros utensilios rituales. Sera Khandro declaró haber descubierto objetos de este tipo en momentos posteriores de su vida, pero también relató haberlos escondido por miedo a que se dudara de su autenticidad como tesoros.  ↩

  37. Al llegar a Golok, Sera Khandro se encontró totalmente dependiente de otros para su alimentación y cobijo, y se vio obligada a trabajar como sirvienta en una casa cercana a la residencia de Drime Özer para poder sobrevivir. En ese momento, no pudo desarrollar su capacidad de reveladora de tesoros, ya que aún no había conectado adecuadamente con las personas que estaban destinadas a ser el soporte de esta actividad. Sin embargo, se dedicó asiduamente a la práctica del dharma y relató haber completado cien mil postraciones en diecisiete días.  ↩

  38. Se trata de una elaborada ceremonia festiva.  ↩

  39. Cuando se pide a especialistas religiosos que realicen ceremonias para personas, vivas o muertas, existe la responsabilidad de utilizar las ofrendas de forma adecuada.  ↩

  40. El deseo de Sera Khandro de renacer en una forma masculina refleja tanto la cultura patriarcal de Golok como las realidades prácticas que hacían más difícil que las mujeres recibieran apoyo en la búsqueda de objetivos espirituales.  ↩

  41. A los dieciocho años, Sera Khandro recibió la transmisión de un lama llamado Kangdon Bonpo Gonwang, que le indicó que estableciera una relación con Gyalse, el hijo del gran revelador de tesoros Tertön Gara (1857-1911). Desgraciadamente, aunque Sera Khandro había reconocido signos de que estaba destinada a ser la consorte del propio Tertön Gara, las maquinaciones de la esposa de Tertön Gara, una mujer llamada Yakza, se lo impidieron. Sin embargo, Sera Khandro entabló una relación con su hijo Gyalse, principalmente debido al mandato de Bonpo Gonwang de que ella ayudara a preservar las revelaciones del tesoro del Tertön Gara. Yakza mantuvo una actitud de aversión y acritud hacia Sera Khandro durante todos los años que vivió con su hijo Gyalse.  ↩

  42. Sera Khandro también mantuvo una relación tumultuosa con Gyalse, que no reconocía sus actividades como reveladora de tesoros. En su extensa autobiografía, detalla numerosas peleas entre ambos, a pesar de sus esfuerzos por complacerle. Gyalse, el hijo del Tertön Gara, un poderoso y destacado lama Golok por derecho propio, mantenía una relación dhármica con Drime Özer y era muy consciente de la conexión de Sera Khandro con él. Sin embargo, hasta que Sera Khandro se separó definitivamente de Gyalse, éste nunca reconoció formalmente sus cualidades especiales como reveladora de tesoros, ni le concedió la posición y el respeto que adquirió más tarde.  ↩

  43. Esto es una referencia a Yakza.  ↩

  44. El «dragón» es una referencia a Sera Khandro, que nació en el Año del Dragón, mientras que Drime Özer nació en el Año de la Serpiente.  ↩

  45. Lo más probable es que se refiera a uno de sus discípulos cercanos o asistentes.  ↩

  46. Se refiere a Sera Khandro, cuyo nombre en sánscrito es Sukhā Vajra.  ↩

  47. Es decir, Tülku Drime disipará sus obstáculos.  ↩

  48. Estos dos linajes son los linajes del tesoro de Sera Khandro y Drime Özer.  ↩

  49. De hecho, Jigdrel Chökyi Lodrö desempeñó un papel importante en la vida de Sera Khandro como uno de los cuatro discípulos principales que mantuvieron su linaje. También llamado Gotrul Rinpoche, fue la primera autoridad en reconocerla públicamente como ḍākinī y auténtica reveladora de tesoros cuando ella tenía veinticuatro años.  ↩

  50. Un paṇḍita es un gran erudito religioso.  ↩

  51. «Raśmi» es la palabra sánscrita para “özer”, o rayos de luz. El nombre de Drime Özer en sánscrito es Vimala-raśmi.  ↩

  52. Una vez más, estos dos linajes son el suyo propio y el de Drime Özer.  ↩

  53. Esta profecía podría haber insinuado que Sera Khandro daría a luz al hijo de Drime Özer, aunque es difícil interpretar con certeza este tipo de lenguaje sapiencial.  ↩

  54. La kalapingka o kalavingka, un pequeño pájaro parecido a un gorrión, es famoso por su bellísima voz y se menciona en numerosas fuentes de la literatura budista, como el Buddhacharita de Ashvaghoṣha.  ↩

  55. Machen Pomra, una de las deidades protectoras más importantes del Tíbet y considerada un bodhisattva de décimo nivel o Gran [Montaña] del Pavo Real, reside en la montaña nevada de Amnye Machen, en Golok, al noreste del Tíbet.  ↩

  56. Este es el título de uno de los dos ciclos del tesoro de Sera Khandro. Esta colección contiene extensas prácticas rituales y litúrgicas, incluyendo Una reunión de vidyādharas, y prácticas de deidades centradas en Vajrakīlaya, Vajravārāhī, Tārā, Yeshe Tsogyal entre otras.  ↩

  57. Se dice que el rey budista Ashoka (siglo III a. C.) construyó mágicamente miles de estupas en una noche. Es común atribuirle importantes estupas, y esta referencia puede aludir a una estupa llamada Chorten Gömang (Estupa de las Muchas Puertas), cerca del monasterio de Bümoche en Golok.  ↩

  58. En su extensa autobiografía, Sera Khandro describe detalladamente los años de lucha y miseria que vivió con Gara Gyalse. Tras dar a luz a su hija, Yangchen Drönma, tuvo un hijo que nació muerto, una tragedia que le acarreó muchas críticas en el entorno de Gyalse. Fue expulsada de su comunidad en varias ocasiones antes de que Gara Gyalse finalmente la enviara a Drime Özer cuando ella tenía treinta años, a pesar de haber acordado años antes que se iría a vivir allí. Sera Khandro tuvo otro hijo, Rigdzin Gyurme Dorje, a finales de sus veinte años, y viajó con sus dos hijos entre los campamentos nómadas de Gara Gyalse y Drime Özer antes de establecerse definitivamente con este último.  ↩

  59. Sera Khandro padeció de artritis o de gota durante gran parte de su vida. Esta dolencia empeoró notablemente a finales de sus veinte años, al punto de que, cuando se dirigió al campamento de Drime Özer, no podía caminar y tuvo que ser transportada atada a su caballo. Al llegar, estaba al borde de la muerte, pero las ceremonias de curación y las prácticas conjuntas con Drime Özer lograron revivirla y superar este obstáculo. En su autobiografía también relata otro episodio de enfermedad intensa, donde Drime Özer, profundamente afectado por su delicada salud, dejó caer una lágrima que viajó desde su oído hasta su corazón, reviviéndola.  ↩

  60. Estos textos forman parte de los ciclos de tesoros de Sera Khandro. Su autobiografía incluye también extensas secciones de profecías.  ↩

  61. Este es Drime Özer.  ↩

  62. Se refiere a Yeshe Tsogyal.  ↩

  63. Este es el título de la segunda colección de los dos ciclos del tesoro de Sera Khandro.  ↩

  64. Esto probablemente ocurrió en 1918, cuando Sera Khandro tenía veintisiete años, aunque la cronología aquí puede ser algo incierta.  ↩

  65. La referencia a alguien llamado "Habla" es difícil de identificar con precisión, pero parece aludir a una figura que podría haber ejercido una influencia negativa sobre ella.  ↩

  66. «Gojo» es el nombre de un antiguo reino de Kham, al este del Tíbet.  ↩

  67. Drime Özer falleció en el año 1924, cuando tenía cuarenta y cuatro años.  ↩

  68. Se trata de una referencia a Sötrul Rinpoche, director del monasterio de Sera, del que Sera Khandro tomó su nombre, y uno de los discípulos más cercanos de Drime Özer.  ↩

  69. Se trata de una referencia al monasterio de Awo Sera, en Serta, al este del Tíbet.  ↩

  70. Dudjom Lingpa y Drime Özer.  ↩

  71. Se refiere al linaje de Sera Khandro y al de Drime Özer.  ↩

  72. Se menciona a Sherab Özer, discípula y poseedora del linaje, en el colofón de este texto, en su autobiografía y en los colofones de varios de sus escritos litúrgicos y prácticas de meditación.  ↩

  73. Los rinocerontes macho prefieren vivir en solitario.  ↩

  74. La isla de Chāmara es uno de los ocho continentes menores de la cosmología budista.  ↩

Sera Khandro

Sera Khandro Kunzang Dekyong Wangmo

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