El sol resplandeciente
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El sol resplandeciente
de Patrul Rimpoché
Con devoción me postro ante los Sugatas, provistos del Dharma;
ante sus nobles hijos, y ante todos aquellos que merecen veneración.
De acuerdo con la tradición, brevemente voy a explicar
cómo adoptar la conducta de los bodhisattvas.[1]
El texto se divide en cuatro secciones:
- el practicante: la persona que constituye el soporte,
- la actitud con la que uno practica,
- las prácticas mismas,
- el fruto de practicar de esta manera
1. El practicante
En primer término, la persona, soporte de la práctica, es alguien que dispone de todas las libertades y ventajas, y que tiene fe y compasión.
2. La actitud con la que uno practica
En segundo lugar, la intención de la bodhichitta tiene dos aspectos: aspiración y acción.
1. Aspiración
Sobre el primer aspecto, se dice que:
Generar la bodhichitta consiste en, por el bien de los demás,
anhelar alcanzar la iluminación completa.[2]
En otras palabras, es la intención que aspira a alcanzar la iluminación completa por el bien de los demás.
2. Acción
El segundo aspecto, la acción, es el compromiso de entrenarse en las prácticas de los bodhisattvas.
Tomar el Voto del Bodhisattva
Para generar esta bodhichitta en nuestro continuo mental, podemos recibir los votos de un maestro, siguiendo el procedimiento específico del ritual, ya sea el de la tradición Chittamatra o el del Madhyamika. Aquí vamos a mostrar cómo llevar a cabo la práctica uno mismo.
En esto hay tres etapas: (a) preparación, (b) parte principal, y (c) conclusión.
A. Preparación
Esta se hace en tres pasos: (i) generar entusiasmo, (ii) la práctica de las siete ramas, y (iii) el entrenamiento mental.
i. Generar entusiasmo
Siguiendo las instrucciones del primer capítulo del Bodhicharyavatara, genera un espíritu de entusiasmo hacia los beneficios de la bodhichitta.
[4] Esta forma humana libre y bien favorecida es difícil de obtener.
Ahora que tengo la oportunidad de realizar el pleno potencial humano,
Si no hacemos buen uso de esta oportunidad,
¿Cómo podríamos esperar tener esa oportunidad de nuevo?[5] Como el destello de un relámpago en una noche oscura y nublada,
Que, por un solo instante, vierte su brillante luz,
Raras veces, por el poder de los budas,
Surge una mente de virtud, brevemente, en las personas de este mundo.[6] Por ende, todas las virtudes corrientes son por siempre de poco peso,
Mientras que la negatividad es fuerte y difícil de soportar –
Pero para la mente resuelta a alcanzar la budeidad perfecta,
¿Qué otra virtud podría superarla alguna vez?[7] Contemplando sabiamente a lo largo de las edades,
Los formidables budas han visto su gran beneficio:
Que ayuda a ilimitadas multitudes de seres
A obtener fácilmente los estados de beatitud más elevados.[8] Aquellos que anhelan triunfar sobre las tribulaciones de la vida,
Y que desean poner fin a los pesares de los demás,
Aquellos que buscan experimentar alegrías abundantes –
Que jamás vuelvan su espalda a la bodhichitta.[9] Porque en el mismo instante en que la bodhichitta nace
En los fatigados prisioneros esclavizados dentro del samsara,
Se les llama los herederos de los budas que han entrado en la beatitud,
Honrados por dioses, humanos y el mundo.[10] Como el elixir supremo de los alquimistas,
Toma esta forma humana ordinaria e impura,
Y la convierte en el inestimable cuerpo de un buda –
Así es la bodhichitta: ¡sujetémosla fírmemente![11] Con su ilimitada sabiduría, los únicos guías de los seres,
Han investigado a fondo y han visto su valor.
Así, quienquiera que anhele la libertad respecto a los estados condicionados
Debería sujetar esta preciosa bodhichitta y protegerla bien.[12] Todas las demás virtudes son como el árbol de plátano:
Producen su fruto, y luego no existen más.
No obstante, de modo constante, el maravilloso árbol de la bodhichitta
Rinde su fruto y, sin merma, crece por siempre jamás.[13] Incluso aquellos que han cometido faltas intolerables,
Al tener la bodhichitta son liberados instantáneamente,
Tal como un valiente compañero que destierra todos nuestros miedos –
¿Por qué no habría de poner su confianza en ella aquél que es prudente?[14] Tal como una gran conflagración al final de los tiempos,
Aniquila fechorías terribles en un solo instante.
Así, sus beneficios son vastos más allá de toda medida.
Tal como el sabio Señor Maitreya lo explicó a Sudhana.[15] Comprende que, en pocas palabras,
La Bodhichitta tiene dos aspectos:
La mente que aspira a despertar,
Y la bodhichitta que se pone en práctica.[16] Tal como uno comprende la diferencia
Entre el deseo de viajar y emprender un viaje,
El sabio debería comprender estas dos,
Reconociendo su diferencia y su orden.[17] La bodhichitta de aspiración produce grandes resultados,
Incluso al continuar dando vueltas en el samsara;
Sin embargo, no produce una corriente incesante de mérito,
Porque eso provendrá sólo de la bodhichitta activa.[18] Desde el instante en que asumimos auténticamente
Esta actitud irreversible –
La mente que aspira a liberar completamente
Los infinitos reinos de los seres,[19] Desde ese momento en adelante, incluso al dormir,
O durante momentos de falta de atención,
Surgirá una abundante e incesante fuerza de mérito,
Igual a la vastedad del firmamento.[20] Esto fue explicado por el Buda,
Junto con las razones que sirven de sostén,
En una enseñanza dada a solicitud de Subahu,
Por el bien de aquellos proclives a los caminos inferiores.[21] Si un mérito inagotable llega a alguien que,
Con la intención de ser de beneficio,
Tiene el pensamiento sólo de aliviar el dolor
De aquellos afligidos por una jaqueca,[22] ¿Qué podemos decir del deseo
De disipar los ilimitados sufrimientos de todos los seres,
O el anhelo de que todos puedan obtener
Cualidades iluminadas en número infinito?[23] ¿Tienen incluso nuestros padres o nuestras madres
Un acto de caridad semejante a este?
¿Lo tienen los dioses o los grandes sabios?
¿Lo tiene incluso el majestuoso Brahma?[24] Si estos seres nunca antes han
Mantenido esta aspiración por su propio bien –
Ni siquiera en sus sueños – ¿cómo podrían
Haber formulado este deseo por los demás?[25] Un pensamiento semejante a éste – desear para los demás
Lo que no desean incluso para sí mismos –
Es un estado precioso y extraordinario de la mente,
¡Y que ocurra es una maravilla como ninguna otra![26] Esta fuente de alegría por todos los que vagan en la existencia,
Este elixir que cura los sufrimientos de todos los seres,
Esta inestimable joya dentro de la mente –
¿Cómo podría evaluarse semejante mérito?[27] Porque si el simple deseo de beneficiar a los demás
Sobrepasa las ofrendas hechas ante los budas,
¿Qué necesidad hay de mencionar el esforzarse
Por el bienestar de todos sin excepción?[28] Aunque tratan de evitar el dolor,
Corren precipitadamente hacia el sufrimiento.
Anhelan la felicidad, pero neciamente
La destruyen, como si fuese su enemigo.[29] Satisfacer con toda clase de alegría,
Y cortar todos los sufrimientos
De aquellos que carecen de cualquier felicidad verdadera,
Y están oprimidos por el peso de la aflicción,[30] Poner fin igualmente a su confusión –
¿Qué otra virtud es comparable a ésta?
¿Qué amigo existe que haga tanto?
¿Qué existe que sea tan meritorio?[31] Si incluso aquellos que realizan buenas obras como resarcimiento
Por favores pasados, son dignos de alguna alabanza,
¿qué podemos decir de los bodhisattvas,
Cuyas acciones perfectas son ejecutadas espontáneamente?[32] Existen aquellos que ofrecen comidas ocasionalmente, y sólo a unos pocos;
Sus regalos, que no son más que comida, se hacen en un solo instante,
Y con irrespeto, para calmar el hambre meramente por medio día –
Y, no obstante, estas personas son honradas por el mundo como virtuosas.[33] Sin embargo, ¿cómo se compara esto con aquellos que dan
Por muchos eones y a toda la infinidad de seres que existen,
Ofrendándoles constantemente el cumplimiento de todos sus deseos:
La insuperable felicidad nacida de la budeidad bienaventurada?[34] Y aquellos que desarrollan sentimientos de hostilidad,
Hacia estos benefactores, los herederos de los budas,
Languidecerán en los infiernos, lo ha dicho el poderoso Sabio,
Por eones iguales a los instantes de su maldad.[35] En contraste, tenerles en estima
Producirá beneficios en una medida aún mayor.
Ya que incluso en la adversidad, los herederos de los budas
No causan ningún daño, únicamente una virtud que aumenta naturalmente.[36] ¡Me inclino ante todos aquellos en quienes
Ha nacido esta mente sagrada y supremamente preciosa!
Tomo refugio en esas grandes fuentes de alegría
Que traen dicha incluso a aquellos que les hacen daño.
ii. La práctica de las Siete Ramas
Antes de practicar las siete ramas para realizar las acumulaciones, considera que tú y todos los demás seres sensibles estáis juntos en la auténtica presencia del campo de mérito, que incluye los budas victoriosos y sus hijos bodhisattvas, y recuerda todas sus cualidades maravillosas.
La rama de las ofrendas
Prepara ofrendas de flores, incienso perfumado, luz, agua pura, comida y bebida, tan abundantes como puedas. Con tu imaginación, visualiza montañas llenas de joyas, bosques atractivos y todos los lugares deshabitados de gran belleza del mundo; estas son las «ofrendas que no te pertenecen». Ofrece los dos tipos de ofrendas, las que te pertenecen y las que no, con los versos siguientes:[3]
[1] Con el fin de que yo pueda adoptar esta preciosa joya de la mente,
Hago ahora la más excelente de las ofrendas a los budas,
Al sagrado Dharma – la más rara y perfecta de las joyas –
Y a los herederos de los budas, cuyas cualidades son ilimitadas.[2] Ofrezco toda clase de frutos y flores,
Y toda clase de medicinas curativas,
Todas y cada una de las joyas que este mundo ofrece,
Y las más frescas y puras de sus aguas,[3] Cada montaña repleta de gemas preciosas,
Y bosques forestales, aislados e inspiradores,
Árboles paradisíacos adornados con capullos de flores,
Y árboles cuyas ramas están cargadas de finos frutos,[4] Fragancias perfumadas de los dioses y otros reinos,
Incienso, árboles que conceden deseos y producen mágicas gemas,
Cosechas espontáneas que crecen sin los cuidados del labrador,
Y todo objeto de belleza digno de ser ofrecido,[5] Lagos y estanques adornados con flores de loto,
Donde se escuchan los agradables ululeos de los gansos,
Todo objeto y lugar de belleza no reclamado por ningún propietario,
Que se extienda hasta los confines ilimitados del propio espacio.[6] Los visualizo todos en mi mente, y a los budas supremos
Y sus herederos los bodhisattvas, hago de ellos un regalo perfecto.
Pensad en mí con amor, Oh señores sublimes y compasivos,
Y aceptad todas estas ofrendas que ahora os presento.[7] Al carecer de abundancia de mérito, estoy desamparado
Y nada más tengo para ofrecer.
Oh, protectores, que consideráis únicamente el beneficio de los demás,
En vuestro gran poder, aceptad esto por mi bien.
Con los versos siguientes, ofrece tu cuerpo, palabra y mente en servidumbre:
[8] A los budas y sus herederos los bodhisattvas,
Ofrezco mi cuerpo ahora y en todas mis vidas por venir.
Supremos valientes, aceptadme totalmente,
Porque con devoción seré vuestro sirviente.[9] Si me aceptáis y me ponéis plenamente bajo vuestro cuidado,
No temeré al samsara al ofrecer ayuda a otros seres.
Los actos dañinos que cometí anteriormente han quedado enteramente en el pasado,
Y de ahora en adelante, me comprometo a no cometer nuevos actos perjudiciales.
Con los versos siguientes, presenta ofrendas creadas con tu imaginación:
[10] A una casa de baño llena de suaves aromas,
Con rutilantes y resplandecientes suelos de cristal,
Y finos pilares que brillan con gemas,
Donde cuelgan centelleantes doseles de perlas,[11] Invito a los budas y sus herederos los bodhisattvas.
Os imploro: venid y bañaros en agua perfumada,
Vertida desde cántaros desbordantes hechos de exquisitas joyas,
Acompañado por melodías y cantos.[12] Luego, permitidme secaros en paños más allá de toda comparación,
Inmaculados y ungidos completamente con aromas perfumados,
Y vestiros finamente con los más excelentes atavíos,
Ligeramente perfumados y teñidos en vívidos colores.[13] Ofrezco ropas hechas con las telas más finas y suaves,
Y cientos de los más hermosos adornos,
Para agraciar los cuerpos del noble Samantabhadra,
Manjugosha, Lokeshvara y los demás.[14] Con los más sublimes de los fragrantes perfumes,
Que suavemente impregnan mil millones de mundos,
Ungiré los cuerpos de todos los budas,
Que resplandecen rutilantes como oro puro y bruñido.[15] A los poderosos sabios, perfectos recipientes de mi ofrenda,
Presentaré lotos rojos y mandarava celestial,
La flor azul utpala y otros capullos perfumados,
Hermosamente dispuestos en guirnaldas de colores brillantes.[16] También doy en ofrenda ondulantes nubes de incienso,
Cuyo dulce aroma cautiva a la mente,
Y un rico festín de abundante comida y bebida,
Apropiada para complacer las mesas de los dioses.[17] Ofrendo una fila tras otra de lamparillas preciosas,
Todas perfectamente concebidas como lotos dorados,
Y disemino los pétalos de flores atractivas
Sobre el suelo rociado de incienso.[18] Ofrendo palacios divinos que resuenan con cantos de alabanza,
Relucientes con perlas preciosas y gemas colgantes,
Las más hermosas de las estructuras en todo el espacio –
Todo esto lo ofrendo a aquellos cuya naturaleza es la compasión.[19] Parasoles incrustados de joyas con manijas hechas de oro,
Cuyos bordes están todos embellecidos en diseños ornamentales,
Vueltos hacia arriba, bien proporcionados y agradables a la vista.
Ahora y por siempre, ofrendo todo esto a todos los budas.
Con los versos siguientes, haz ofrendas con la fuerza de la aspiración:
[20] Que una multitud de otras ofrendas,
Acompañadas por música dulce para los oídos,
Pueda hacerse en grandes nubes sucesivas,
Para aliviar los dolores de los seres sensibles.[21] Que las lluvias de gemas preciosas y flores
Desciendan en torrentes interminables,
Sobre todas las joyas del noble Dharma,
E imágenes y monumentos sagrados.[22] Tal como Manjugosha y los demás
Hicieron ofrendas a todos los budas,
De la misma manera también ofrendaré a aquellos que se han ido así
Y a todos sus herederos los bodhisattvas.[23] Con vastos océanos de alabanza melodiosa,
Honro estos océanos de buenas cualidades.
Que las nubes de alabanzas dulces y suaves
Asciendan incesantemente ante ellos.
Y con estos versos ofrece tu respeto y veneración:
[24] Multiplicando mi cuerpo tantas veces como átomos existen
En el universo, me prosterno y me inclino ante
Los budas del pasado, del presente y del futuro,
El Dharma y la asamblea suprema.[25] Ante todos los sostenes de la bodhichitta
Y ante todas las estupas, me inclino,
Y ante los preceptores y maestros,
Y aquellos que practican la disciplina.
Con cada una de estas ocho ofrendas[4], trae a la mente el significado de las palabras y ofrece desde lo más profundo de tu corazón.
Todas estas ofrendas se hacen en la presencia del campo puro de las Tres Joyas. Las sustancias ofrecidas son puras, puesto que no están contaminadas por acciones malsanas ni tacañería. La motivación también es pura, sin ninguna expectativa de obtener a cambio algún beneficio, material o kármico.
Toma de Refugio
Considera que tomas refugio en los objetos excepcionales: las tres joyas supremas, difíciles de encontrar, del gran vehículo poco común; y considera que lo haces con una motivación excepcional: por el beneficio de todos los seres sensibles, hasta alcanzar la completa iluminación. Recita el verso 26 tres veces:
[26] Hasta que realice la esencia de la iluminación,
Tomo refugio en los budas.
E igualmente en el Dharma,
Y la asamblea de bodhisattvas.
Confesión de las acciones negativas
[27] A los perfectos budas y bodhisattvas,
Que residen en todas las direcciones del espacio,
Y que personifican la gran compasión,
Uno las palmas de mis manos y ruego:
Con este verso, ora a aquellos que reciben tu confesión, y pídeles su comprensión. Considera que:
- las acciones negativas pasadas son como veneno en tu cuerpo;
- las Tres Joyas, tu apoyo, son como el médico que pueden curar la enfermedad provocada por el veneno;
- el antídoto, el Dharma sagrado, es la medicina; y
- la decisión firme de no volver a cometer estas acciones en el futuro es el néctar que devuelve a tu cuerpo toda su fortaleza.
Después de generar estas cuatro ideas, con los versos 28 a 46, cultiva la fuerza del arrepentimiento:
[28] En esta y todas mis otras vidas incontables
Desperdiciadas vagabundeando en el samsara sin principio,
En mi ignorancia he cometido actos negativos
Y he estimulado a otros a hacer lo mismo.[29] Abrumado por el engaño de la ilusión,
He celebrado el daño cometido.
Pero ahora veo que fue cometido como una equivocación,
Y ante los budas, sinceramente me confieso.[30] Todo lo que he hecho contra las Tres Joyas,
Mis padres, mis maestros o cualquier otro,
Por la fuerza de mis aflicciones,
Con mi cuerpo, habla o mente,[31] Todas las acciones indebidas que yo, el malvado que soy, he cometido,
Faltas que se adhieren a mí por mis muchos errores,
Y todos los crímenes insoportables que he cometido,
Abiertamente los declaro ante vosotros, los guías de todo el mundo.[32] Antes de que mi negatividad haya sido purificada,
Mi vida puede muy bien llegar a su fin,
De modo que ahora os ruego: otorgadme vuestra protección,
¡Velozmente, para asegurarme de ser liberado![33] El Señor de la Muerte es volátil, indigno de nuestra confianza,
Él no esperará a ver si las tareas de esta vida han sido finalizadas o no.
Para los enfermos y para los sanos por igual,
Esta vida pasajera no es algo en lo que podamos confiar.[34] Cuando nos vayamos, debemos dejar todo atrás,
Pero no he logrado comprender esto y, así,
En nombre de amigos y enemigos por igual,
He cometido toda suerte de actos perjudiciales.[35] Mis enemigos no vendrán más,
Y mis amigos dejarán de ser,
Yo mismo pasaré de esta existencia,
Y todo, a su vez, desaparecerá.[36] Como las experiencias en un sueño,
Todas las cosas de las que hago uso y disfruto,
Se convertirán posteriormente en un vago recuerdo,
Y habiendo pasado no se verán de nuevo.[37] En esta vida, que no dura sino por un corto tiempo,
Algunos amigos y enemigos se han ido ahora.
Pero no los actos perjudiciales que cometí hacia ellos –
Estos efectos insoportables aún han de venir.[38] Sin pensar jamás que yo también
Podría morir rápidamente,
En mi engaño, lujuria y odio,
He cometido tanto daño.[39] Sin detenerse jamás, día o noche,
Mi vida siempre se me está escapando de las manos.
Habiéndose ido, la vida no puede prolongarse,
De modo que ¿cómo no podrían morir los que son iguales a mí?[40] Cuando me encuentre tendido en mi lecho final,
Los amigos y la familia pueden estar a mi lado,
Pero seré sólo yo quien
Sienta cuando se corten los lazos de esta vida.[41] Cuando caiga en poder de los emisarios de la Muerte,
¿de qué me servirán mi familia o mis amigos?
En ese momento es el mérito únicamente lo que puede protegerme,
Pero, ay de mí, no he logrado depender de éste.[42] ¡Oh protectores! Fui imprudente,
Inconciente de horrores semejantes a éste,
Y todo por esta existencia transitoria,
Amasé tantos actos perjudiciales.[43] Cuando es conducido hacia el lugar de tortura,
Donde su cuerpo será pronto despedazado,
Un hombre se transfigura debido a su terror;
Su boca se seca, sus ojos afligidos saltan de sus órbitas.[44] Si eso es así, entonces ¿cuán desesperado me encontraré,
Cuando, abatido y completamente muerto de miedo,
Caiga en las manos de los mensajeros de la Muerte,
Y aparezcan sus formas aterradoras y horripilantes?[45] ¿Existe alguien que pueda realmente salvarme
De los horrores de este atroz destino?
Con una mirada de terror y mis ojos completamente abiertos,
Buscaré por todas partes tratando de conseguir un lugar de refugio.[46] Cuando, al no ver por ninguna parte semejante lugar de refugio,
Mi corazón se hundirá; deprimido, abandonaré toda esperanza.
Porque si no hay un refugio al cual pudiera acudir,
¿qué opciones me quedan? ¿qué queda por hacer?
Con los versos 47 a 53, trae a la mente la fuerza del soporte:
[47] Así, desde este día en adelante tomo refugio
En los budas, los guardianes del mundo,
Que trabajan para protegernos y beneficiarnos a todos,
Y cuya gran fortaleza puede desterrar todo miedo.[48] De la misma manera, genuinamente tomo refugio
En el Dharma que ellos han realizado,
Que elimina el terror del samsara,
Y también en las huestes de bodhisattvas.[49] Totalmente aterrado y en las garras del miedo,
Me entrego a Samantabhadra;
Y a Manjugosha también,
Ofrezco este cuerpo en servicio.[50] Al protector Avalokiteshvara,
Cuya compasión está en todos sus actos,
Imploro desde las profundidades de la desesperación,
«¡Otórgame tu protección, a este ser perverso que soy!»[51] A los nobles bodhisattvas
Akashagarbha y Kshitigarbha,
Y a todos los señores de gran compasión,
Desde mi corazón, imploro vuestra protección.[52] Y tomo refugio en Vajrapani,
Ante quien los mensajeros de la Muerte
Y todos aquellos que nos amenazan huirán
Despavoridos, dispersos en todas las direcciones.[53] En el pasado he ignorado tus palabras,
Pero ahora he contemplado este horror,
Y así te tomo como mi refugio:
¡Destierra rápidamente todos mis miedos, te lo ruego!
Con los versos 54 a 65, establece la fuerza de la acción como antídoto:
[54] Porque si, alarmado por las dolencias comunes,
Debo seguir los sabios consejos de un médico,
Cuanto más al estar perpetuamente
Afligido por el deseo y otras faltas.[55] Si uno solo de estos produce la ruina
A todos los que habitan en el mundo,
Y ninguna otra cura para sanarles
Se encuentra en ninguna otra parte,[56] Entonces, la intención de no seguir
El consejo del omnisciente médico,
Cuyas palabras destierran toda clase de enfermedades,
Es una locura total, digna de desprecio.[57] Si necesito tener un cuidado especial al estar
Frente a un precipicio de altura más bien pequeña,
Entonces, cuanto más lo estaré para evitar
El de profunda duración que cae desde una altura de mil millas?[58] No tiene sentido relajarse y pensar:
«Hoy, al menos, no moriré,»
Porque es cierto que vendrá el día
En que mi vida dejará de ser.[59] ¿Quién puede ofrecerme una garantía?
¿Cómo puedo estar seguro que no necesito tener miedo?
Si no hay duda de que moriré,
Entonces ¿Cómo puedo permanecer tranquilo?[60] De mis experiencias del pasado,
¿Qué queda para mí? ¿Qué permanece ahora?
No obstante, al aferrarme a ellas obsesivamente,
He desobedecido las palabras de mi maestro.[61] Tal como yo mismo eventualmente deberé abandonar esta vida,
Asimismo debo abandonar familiares y amigos.
Cuando deba partir solo en el viaje incierto de la muerte,
¿Qué importancia tendrán para mí estos enemigos y aliados?[62] ¿Cómo puedo liberarme de lo no virtuoso,
La fuente desde la que surgen los sufrimientos?
En todos los instantes del día y de la noche,
Esta debería ser mi única preocupación.[63] Cualesquiera faltas que haya cometido,
En mi ignorancia y en mi ceguera –
Ya sea actos obviamente negativos
O acciones proscritas por los votos,[64] Ante los budas, uno las palmas de mis manos,
Y, aterrorizado por los terribles sufrimientos por venir,
Me prosterno en el suelo una y otra vez,
Confesando todos mis actos perjudiciales, todos y cada uno de ellos.[65] Os hago un llamado a vosotros, los guías de todo el mundo,
Para que me aceptéis, así como los actos perjudiciales que he cometido.
Y con las dos últimas líneas del verso 65, desde lo mas hondo de tu corazón, toma el compromiso con la fuerza de la resolución:
Y estos actos, puesto que son negativos,
Os prometo que, de ahora en adelante, jamás los volveré a cometer.
Alegrarse
Cultiva un sentimiento de alegría genuina. Recitando estos versos, celebra todas las fuentes de virtud, tanto ordinaria como trascendente, así como sus frutos:
[1] Con alegría celebro todos los actos de virtud
Que alivian lo dolores de los reinos inferiores,
Y me regocijo también cuando aquellos que sufren
Se encuentran a sí mismos en estados de felicidad.[2] Me regocijo en la acumulación de virtud
Que es la causa del despertar,
Y celebro la liberación definitiva
De los seres respecto al dolor del samsara.[3] Me regocijo en el despertar de los budas,
Y los bhumis obtenidos por los bodhisattvas.[4] Con el mayor agrado me regocijo en el infinito mar de virtud,
Que es la noble intención de la bodhichitta,
Con el deseo de asegurar la felicidad de los seres,
Y actuar en formas que traigan beneficio a todos.
Para la quinta rama (pedir a los budas que giren la rueda del Dharma), la sexta (pedir que no pasen al nirvana), y la séptima (dedicar los méritos), trae a la mente el significado de las palabras siguientes:
[5] Ahora, uno las palmas de mis manos y ruego
A vosotros, los budas de todas las direcciones:
¡Alumbradnos con la lámpara del Dharma,
A los que sufrimos en la oscuridad de la confusión![6] Con las palmas de mis manos unidas en mi corazón,
Ruego a todos los budas que anhelan el nirvana:
¡No nos dejéis en la ceguera y completamente solos,
Sino permaneced con nosotros por incontables eones![7] A través de cualquier virtud que yo haya obtenido
Por todos estos actos ejecutados ahora,
Que todo el dolor de cada ser viviente
Sea disipado completamente, y que jamás regrese.[8] Por todos los seres que están afligidos en el mundo,
Hasta que su enfermedad haya sido curada,
Que pueda convertirme en el médico y en el remedio,
Y que pueda atenderles hasta recobrar la salud.[9] Haciendo descender una lluvia de alimentos y bebidas,
Que pueda disipar los dolores de la sed y el hambre,
Y en aquellos momentos de escasez y hambruna,
Que pueda yo aparecer como alimento y bebida.[10] Para todos los seres que están desamparados y empobrecidos,
Que pueda yo ser un tesoro, y que fluya interminablemente
Una fuente de todo lo que ellos pudieran necesitar,
Siempre accesible y disponible.
iii. El entrenamiento de la mente
Con los versos del entrenamiento de la mente, a partir del verso 11, entrena tu mente a dedicar tu cuerpo, tus posesiones y todas tus virtudes del pasado, presente y futuro, sin dudar ni un momento, para beneficio de todos los seres. Con todo tu corazón, aspira a que esto pueda ser causa del bienestar insuperable para todos los seres, estén donde estén, tanto a nivel temporal como último.
[11] Mi propio cuerpo y todo lo que poseo,
Mis virtudes pasadas, presentes y futuras –
Los dedico todos, sin guardarme nada,
Para traer beneficio a los seres.[12] Abandonando todo, alcanzaré el nirvana,
Voy en pos de la trascendencia del sufrimiento.
Como todo debe ser, por ende, abandonado,
Sería mejor si lo entregase todo por completo.[13] Este cuerpo mío lo he abandonado ahora,
Enteramente para el placer de todo lo que vive.
Dejad que lo maten, que lo golpeen y que abusen de él,
Haciendo siempre con éste lo que mejor les plazca.[14] Y si lo tratan como a un juguete,
O como a un objeto de mofa y ridículo,
Cuando lo haya abandonado,
¿Por qué habría de molestarme entonces?[15] Dejad que me hagan lo que les plazca,
Todo lo que no les haga daño;
Y cuando alguien me vea,
Que eso pueda serle de mucha utilidad también.[16] Si verme inspira en otros
Pensamientos de ira o devoción,
Que semejantes estados mentales sean la causa
De que cumplan eternamente sus deseos.[17] Que aquellos que me insultan en mi rostro,
O me causan daño de alguna otra manera,
Incluso aquellos que me menosprecian en secreto,
Que tengan la buena fortuna de despertar.[18] Que pueda yo ser un protector para aquellos que carecen de uno,
Un guía para todos los que andan por los caminos,
Que pueda ser una embarcación, una balsa o un puente,
Para todos aquellos que desean cruzar las aguas.[19] Que pueda ser una isla para aquellos que desean descender a tierra,
Y una lámpara para aquellos que desean luz,
Que pueda ser una cama para aquellos que necesitan descansar,
Y un sirviente para aquellos que viven en necesidad.[20] Que pueda convertirme en una joya que concede deseos, un jarrón mágico,
Un poderoso mantra y una medicina maravillosa.
Que pueda ser un árbol de milagros que otorga todos los deseos,
Y una vaca de abundancia que da alimento a todo el mundo.[21] Como la tierra y otros grandes elementos,
Y como el propio espacio, que pueda permanecer por siempre,
Para servir de apoyo a las vidas de incontables seres,
Proveyéndoles todo lo que pudieran necesitar.[22] De la misma manera, en todos los reinos de los seres,
Tan vastos como el mismo espacio que todo lo impregna,
Que pueda ser una fuente de todo lo que la vida requiere,
Hasta que los seres pasen más allá del dolor del samsara.
B. La parte principal
En segundo lugar, para la parte principal, empieza rogando a los budas y bodhisattvas que presten atención:
A todos los budas que moráis en las diez direcciones, a todos los bodhisattvas en los diez niveles, a todos los grandes maestros, sostenedores del vajra, os ruego: ¡volved hacia mí vuestras mentes!
Y luego toma a la vez los votos de aspiración y acción, recitando tres veces los versos siguientes:
[23] Tal como los sugatas de las épocas anteriores,
Despertaron la bodhichitta y, luego, por etapas,
Se prepararon en prácticas hábiles,
En el auténtico camino de los bodhisattvas,[24] Al igual que ellos, tomo este voto sagrado:
Despertar la bodhichitta aquí y ahora,
Y prepararme por el bien de los demás,
Gradualmente, tal como debería hacerlo un bodhisattva.
C. Conclusión
Cultiva la alegría por ti mismo con los versos 26 a 33, y la alegría para los demás con el verso 34.
[26] Ahora mi vida tiene una gran significación,
En el nacimiento he encontrado esta existencia humana,
Y ahora he nacido en la línea de los budas,
Como hijo o hija de una noble estirpe.[27] Desde este día en adelante, ocurra lo que ocurra,
Actuaré sólo de maneras apropiadas,
Y jamás traeré desgracia
A esta noble y perfecta raza.[28] Porque, como un mendigo, pobre y ciego,
Que, por casualidad, pudiera toparse con una joya,
En montones de excrementos y basura,
En mi mente ha nacido ahora la bodhichitta.[29] Este es el néctar perfecto de la inmortalidad,
A través del cual el Señor de la Muerte es derrotado.
Es un tesoro inagotable de riqueza,
Para disipar la pobreza de los que viven.[30] Es la más excelente de las medicinas
Que cura la enfermedad del mundo,
Y el árbol que brinda refugio a todos los que vagan
Cansados por los caminos de la existencia.[31] Es el puente universal hacia la libertad,
Que nos guía a todos desde los reinos inferiores,
Y es una luna naciente dentro de la mente,
Que refresca las pasiones de todos los seres vivientes.[32] Es un formidable sol cuya luz disipa
La oscuridad de la ignorancia en nuestras mentes.
Y es la forma más pura de mantequilla
Batida a partir de la leche del Dharma sagrado.[33] Para los seres que viajan por los caminos de la vida,
Y buscan probar sus más grandes alegrías,
Esto satisfará sus eternos vagabundeos,
Concediéndoles la más elevada forma de beatitud.[34] Ahora, con los budas como testigo,
Invito a todos los seres a una felicidad perdurable,
Y, antes de eso, a las alegrías ordinarias:
¡Que los dioses, asuras y otros se regocijen!
Despues de esto, podemos también recitar la oración de aspiración en un verso:
Preciosa y sublime Bodhichitta:
¡Que pueda surgir en los que no ha surgido!
¡Que nunca desfallezca en los que ya ha surgido!
¡Que siga aumentando cada vez más!
Así concluye la sección dedicada a adoptar en nuestro continuo mental la actitud de la bodhichitta.
3. Las prácticas: Como seguir el entrenamiento del bodhisattva
Todas las prácticas del Bodhisattva están incluidas en las seis paramitas; esencialmente se las define así:
- Una actitud generosa, con cuatro características especiales.
- Una actitud de autocontrol, con cuatro características especiales.
- Una actitud imperturbable, con cuatro características especiales.
- Una actitud de entusiasmo, con cuatro características especiales.
- Una atención libre de distracciones, con cuatro características especiales.
- Un discernimiento preciso de los fenómenos, con cuatro características especiales.
¿Cuáles son estas características especiales? Se dice que:
La generosidad libre de factores opuestos,
imbuida de sabiduría no conceptual,
colma completamente todos los deseos,
y lleva a todos los seres a los tres niveles de madurez.
Los factores opuestos de las paramitas son, respectivamente: la avaricia, indisciplina, ira, pereza, distracción, y el mal uso de la inteligencia.[5]
Las maneras en que colman los deseos de los seres son:
- la generosidad lleva a regalar las posesiones de uno;
- la disciplina inspira a los demás;
- la paciencia nos permite soportar situaciones desagradables;
- el entusiasmo nos ayuda a hacer lo que es necesario;
- la concentración produce habilidades milagrosas y percepciones sobrenaturales, que inspiran a los demás;
- y la sabiduría nos permite aclarar lo que se debe adoptar y lo que se debe abandonar.
[Las paramitas] nos aportan todo lo que podamos desear, y llevan a los seres a la madurez, directa o indirectamente, conduciéndolos a la iluminación en los tres niveles: el shravaka (oyente), el pratyekabuda (buda solitario), y la completa budeidad.
Cómo llevar las paramitas a la práctica del entrenamiento de la mente
1. La paramita de la generosidad
Primero nos entrenamos en la generosidad, reflexionando sobre los inconvenientes de no ofrecer nuestro cuerpo, posesiones y el mérito acumulado en el pasado, presente y futuro. También reflexionamos sobre los beneficios de ofrecerlos de verdad, las razones por las cuales debemos ofrecerlos, etc.
2. La paramita de la disciplina
Luego, sobre la disciplina, se explican primero (1) los medios para mantener la disciplina, y luego (2) cómo guardar la disciplina usando estos medios.
1. Los medios para mantener la disciplina
Los medios para mantener la disciplina son:
- El cuidado (Tib: ba yö), que se explica como un interés meticuloso por lo que se debe adoptar y lo que se debe abandonar;
- La atención (Tib: drenpa), que se refiere a no olvidar lo que se debe adoptar y abandonar;
- La vigilancia (Tib: she shyin), que consiste en comprobar continuamente las acciones de cuerpo, palabra y mente.
2. Cómo guardar la disciplina por estos medios
Primero, con la atención, no perdemos de vista lo que se debe adoptar y abandonar. Luego, como estamos comprobando las acciones de cuerpo, palabra y mente continuamente con la vigilancia, nos damos cuenta de cualquier ocasión en la que estamos tentados de evitar un acto virtuoso, o de cometer algún acto negativo. En ese momento, gracias al cuidado, recordamos los beneficios de las acciones virtuosas y las llevamos a cabo, o recordamos las desventajas de la conducta negativa o malsana, y la evitamos.
Puesto que la causa raíz de todo esto consiste en tener una confianza segura en los efectos del karma, debemos seguir la autoridad de las palabras de los budas victoriosos y desarrollar la confianza. Debemos generar un convencimiento de todo corazón respeto a los sufrimientos del samsara y del hecho que si actuamos negativamente, esto sin duda nos llevará a los reinos inferiores; luego, una vez nacidos en tales circunstancias, sufriremos de tal manera que no sólo no podremos beneficiar a los demás, sino que, ¡ni siquiera podremos asegurar nuestro propio bienestar!
Hay muchas categorías de disciplina que mantener, pero las tres principales acciones que se deben evitar, contrarias a la bodhichitta de aspiración, son:
- abandonar mentalmente a los seres,
- generar la actitud [egoísta] de un shravaka o pratyekabuda, y
- las cuatro prácticas impuras.
Las cuatro prácticas impuras se explican en el verso siguiente:
Engañar a los que merecen veneración; el arrepentimiento equivocado;
criticar a los grandes seres; y estafar a los seres ordinarios:
Renuncia a estas cuatro prácticas impuras y adopta sus opuestos,
que son los cuatro dharmas puros.
Las acciones favorables (para la bodhichitta de aspiración) son:
- Una aspiración sincera hacia el perfecto Despertar, que es el fruto, y hacia su causa, la conducta iluminada;
- una alegría empática y una sincera apreciación de todo lo bueno que hacen los demás; y
- dedicar todas estas virtudes fundamentales hacia la completa iluminación por el beneficio de los demás.
Debemos adoptar de todo corazón estas meditaciones del Mahayana.
En cuanto a los factores incompatibles con la bodhichitta en acción, en general se dice que debemos abandonar todas las acciones dañinas hacia los demás, así como sus bases. Y sobretodo, así como tomamos todas las medidas para proteger nuestras vidas, con el mayor cuidado debemos evitar de cometer las faltas más graves, como robar lo que pertenece a las Tres Joyas, hablar mal de un Bodhisattva, o abandonar el Dharma.
Finalmente, en cuanto a los factores de apoyo, no debemos ignorar ni siquiera las más pequeñas acciones positivas, y debemos asegurarnos de que nuestra práctica esté enmarcada por los tres nobles principios.
3. La Paramita de la paciencia
Hay varias situaciones que requieren nuestra paciencia; para empezar están estas cuatro:
Cuando alguien nos trata con desprecio,
nos insulta o nos habla rudamente,
habla mal de nosotros a los demás,
o nos hace daño,
y también cuando hacen estas cuatro cosas a nuestros maestros, amigos o familiares.
Luego:
Cuando nuestros enemigos u adversarios encuentran placer y bienestar,
cuando reciben honores y premios,
cuando se les alaba,
o cuando se habla bien de ellos.
Además de estos doce casos, también necesitamos paciencia cuando se obstaculiza la ocurrencia de sus opuestos, las doce circunstancias deseables.
En cualquiera de estos casos, no debemos dejar que nos descorazonen las situaciones mismas, ni el sufrimiento que conllevan. En vez de enfadarnos con las personas implicadas, debemos ignorar el daño que nos causan, y calmar la mente meditando sobre la vacuidad profunda.
De esta forma, si contamos cada una de estas situaciones tres veces [por las circunstancias que surjan en el pasado, presente y futuro], obtenemos un total de setenta y dos tipos de paciencia, con que debemos entrenarnos.
Hay tres razones por las que hay que aceptar el sufrimiento:[6]
- El sufrimiento agota nuestras acciones negativas; debemos aceptarlo y comprender que es como una escoba que barre nuestro karma negativo.
- Gracias al sufrimiento generamos el espíritu de renuncia al samsara, la compasión por los demás seres, y el deseo de adoptar acciones virtuosas y abandonar las malsanas. Debemos aceptarlo, sabiendo que nos anima a la virtud.
- El sufrimiento mata el orgullo, elimina la envidia, quita la fuerza al deseo y al apego, y nos guía hacia los logros espirituales. Debemos aceptarlo, comprendiendo que es un adorno de la mente.
La paciencia que permite ignorar el daño que nos hacen los demás se cultiva con los tres razonamientos siguientes:
- Viendo a los que nos dañan como objetos de compasión: puesto que los seres, víctimas del engaño, se dañan a sí mismos bajo la influencia de sus emociones conflictivas, ¿cómo no van a dañar a los demás?
- Aceptando nuestra responsabilidad: reflexiona sobre el hecho que el daño que recibimos ahora solo puede venir de nuestro karma pasado, y examina también tu conducta en la situación presente.
- Pensando que sólo con la ayuda de nuestros enemigos podremos obtener el mérito de practicar la paciencia, la cual se vuelve soporte para la actividad del Bodhisattva. De esta forma podemos ver a los enemigos como amigos que en realidad nos traen beneficio.
Podemos cultivar la paciencia contemplando con certeza las enseñanzas profundas de tres maneras:
- Contemplando la verdad absoluta de la vacuidad, más allá de toda elaboración conceptual, desarrollamos la paciencia dándonos cuenta que ni el daño que nos hacen, ni el que nos lo hace, existen realmente.
- Contemplando la verdad relativa del origen interdependiente semejante a la magia, cultivamos la paciencia dándonos cuenta que ni el sufrimiento ni el que lo provoca son independientes.
- Considerando la unidad inseparable de la naturaleza de la mente, cultivamos la paciencia reconociendo la pureza de nuestra ira, que no tiene base ni origen.
4. La Paramita del entusiasmo
Esta se divide en seis secciones: (i) superar los factores contrarios al entusiasmo, es decir, los tres tipos de pereza, y (ii) cultivar los factores favorables, las seis fuerzas.
In this there are two sections: (i) overcoming factors incompatible with diligence, namely the three kinds of laziness, and (ii) cultivating conducive factors, i.e., the six forces.
i. Superar los factores contrarios
- Espoleados por la impermanencia, podemos superar la pereza que tiende a la inactividad.
- La pereza del apego a las acciones negativas se supera reflexionando en la alegría del sagrado Dharma.
- La pereza del desánimo se supera a base de animarnos y acrecentar la confianza en uno mismo.
ii. Cultivar los factores favorables
[1] La preparación, llamada la fuerza de la aspiración, es la aspiración a practicar el Dharma, y surge al reflexionar sobre los beneficios de la virtud y los defectos de las acciones dañinas.
[2] La parte principal, llamada la fuerza de la confianza en uno mismo, es el compromiso estable y firme, que asegura que los actos virtuosos en los que nos implicamos se llevan a cabo completamente. Ésta tiene tres aspectos:
(a) Primero está la confianza en la acción. Tomamos el ejemplo del sol cuando sale por la mañana; de igual modo debemos evitar ser víctima de obstáculos, o dejarnos afectar por circunstancias. Consideramos también el ejemplo del sol que se mueve solo; de la misma manera debemos derrotar las fuerzas de Mara por nosotros mismos, sin depender de los demás, y de esta forma alcanzar la completa iluminación. Finalmente, con el ejemplo del sol que brilla e ilumina la tierra entera, habiendo recibido la bendición de la sabiduría, la compasión y las aspiraciones de los bodhisattvas, también nosotros podemos dar sustento a las vidas de los demás. En otras palabras: nos esforzamos con todo empeño para traer bienestar a todos los seres, en todos los lugares del espacio infinito.
(b) La confianza en la capacidad consiste en considerar que nuestra capacidad es superior, y prometer que no nos dejaremos manchar por ningún fallo, pequeño o grande.
(c) La confianza frente a las emociones negativas consiste en verlas como insignificantes, e ignorar la adversidad.
[3] La fuerza de la alegría especial consiste en cultivar la práctica virtuosa con un entusiasmo alegre, pero sin expectativas de resultado positivo, y celebrar todo lo bueno que llevamos a cabo.
[4] La fuerza de la moderación consiste en descansar un poco cuando estamos cansados física o mentalmente, para eliminar los obstáculos y poder continuar, enseguida, con fuerza renovada.
[5] La fuerza de la voluntad consiste en superar todo lo que debe ser abandonado, y dedicarnos a la eliminación de las emociones aflictivas, usando la atención y la vigilancia.
[6] La fuerza de la maestría consiste en entrenarnos en todas las disciplinas, recordando las enseñanzas sobre la meticulosidad, y manteniendo el control sobre nuestro cuerpo, palabra y mente.
5. La Paramita de la concentración meditativa
Esta tiene dos partes: (i) abandonar los factores contrarios a la concentración, y (ii) centrarnos en los objetos de la meditación shámata de «morar en calma».
i. Abandonar los factores contrarios
Esta primera parte sobre el abandono de los factores contrarios tiene dos subsecciones: (a) abandonar las preocupaciones mundanas, y (b) dejar el pensamiento discursivo.
(a) Abandonar las preocupaciones mundanas
Respecto a las preocupaciones mundanas, debemos comprender que nuestra mente nunca alcanzará un estado de absorción en un solo punto mientras esté afectada por el apego a nuestros padres, parientes, amigos o compañeros. Por esto debemos abandonar nuestras actividades y preocupaciones habituales, y permanecer en soledad en un lugar tranquilo y adecuado para la meditación.
Si tenemos apego hacia los honores y premios, alabanzas, buena fama, y hacia las pequeñas comodidades, y las perseguimos, esto obstaculizará el camino auténtico. Por ello debemos cortar toda expectativa o ansiedad respecto a estas cosas, y entrenarnos en estar contentos y satisfechos en toda circunstancia.
(b) Abandonar el pensamiento discursivo
Aunque estemos en un lugar aislado, y no estemos persiguiendo grandes posesiones y similares, si nuestra mente está afligida por el deseo, la meditación auténtica no se podrá desarrollar, y no podremos descansar la mente en un auténtico estado de absorción. Por esto debemos abandonar los pensamientos de deseo. Para alcanzar los niveles más altos y especiales de concentración es muy importante apartar el pensamiento del apego hacia los objetos deseables. Debemos apartar el deseo hacia las personas de sexo opuesto, reflexionando en la causa, el hecho que son difíciles de obtener; en su naturaleza, que es impura; y en el resultado, que conlleva dolor, etc.
Además, debemos entender que las ocho preocupaciones mundanas, y todos los pensamientos focalizados en esta vida, son nuestros verdaderos enemigos. Debemos pasar cierto tiempo reflexionando sobre los problemas que surgen de los pensamientos negativos como el deseo, y generar un sentimiento de dignidad interior, con el cual nos esforzamos sinceramente en abandonarlos, tantos como aparezcan.
ii. Centrarnos en los objetos de la práctica
En cuanto a la práctica principal de la concentración meditativa, hay muchos métodos de meditación, pero la práctica que se indica aquí es la cultivación de la bodhichitta. Esta tiene dos aspectos: (a) la meditación de igualarnos con los demás, y (b) la meditación de intercambiarnos con los demás.
(a) Igualarnos con los demás
Debemos reconocer que no tiene mucho sentido el cuidar sólo de nosotros y no de los demás, puesto que somos iguales a ellos en nuestro deseo de felicidad, y en no querer sufrir. Por lo tanto, medita sobre la igualdad entre uno mismo y los demás.
Como se dice:
El pensamiento de la igualdad de uno mismo con los demás
debe, al principio, cultivarse con esfuerzo.
Puesto que somos todos iguales frente a la dicha y al sufrimiento,
debemos cuidar de todos igual que cuidamos de nosotros mismos.[7]
Como dice el verso, al principio debes meditar sobre la bodhichitta de igualarse con los demás. Esto se hace de la forma siguiente:
Los seres sensibles son infinitos como el espacio mismo, pero no hay ni uno de ellos que no haya sido nuestro padre, madre o amigo querido. Como dijo el maestro Nagarjuna:
Si cada madre del linaje de las madres,
fuera una bolita del tamaño de una semilla de enebro,
la tierra entera no alcanzaría a contenerlas todas.[8]
Con estas citas, y aplicando la razón, podemos darnos cuenta que todos los seres han sido nuestros familiares más cercanos.
Así, cuando estamos felices, podemos cultivar este pensamiento, desde lo más profundo de nuestros corazones: «Que todos los seres puedan encontrar semejante felicidad, así como sus causas!» Y de mismo modo, cuando experimentemos sufrimiento, podemos cultivar el deseo siguiente, con toda sinceridad: «Que podamos, yo y todos los seres, liberarnos del sufrimiento y sus causas!»
En este punto es posible que surja un obstáculo en nuestro pensamiento; puede que desarrollemos la actitud de los shravakas, y pensemos: «Disiparé mi sufrimiento, sin esperar nada de los demás, pero no me esforzaré en disipar el suyo». Pero, como dice el Bodhicharyavatara:
¿Porqué me protejo del sufrimiento futuro,
si no me está dañando ahora? (VIII.97)
Como dice este verso, ¿por qué nos esforzamos en asegurar nuestra buena salud, comida, ropas y demás, de cara al futuro? De hecho cesamos en cada momento, y al momento siguiente nos transformamos en «otro». Puede que en este punto, debido al hábito de la ignorancia, pensemos que el futuro también es «yo», pero esto es simplemente falso. Como dice el Bodhicharyavatara:
«Pero seré yo quien sufriré»,
dices, pero es incorrecto pensarlo así.
Este «yo», ahora mismo deja de existir,
y luego, surgirá otro «yo». (VIII.98)
La gente ignorante dice cosas como: «este es el torrente en el que perdí mi abrigo el año pasado», o «este es el río que crucé ayer», pero el agua que el año pasado se llevó el abrigo es «otra» que el agua del presente, y el agua que crucé ayer también es diferente. Exactamente de la misma forma, la mente del pasado no es «yo», ni la mente del futuro tampoco: es otra.
Puede que pensemos en este punto: «Aunque mi mente futura es diferente del "yo" presente, sigue siendo la continuación de mi mente; por lo tanto me esforzaré (solo) por mi beneficio». En este caso, debemos esforzarnos por el beneficio de los demás pensando que, aunque los demás seres no son «yo», son mis seres.
Si pensamos «que cada uno cuide de su propio bienestar, igual como cada uno sacudiría la nieve de su cabeza[9]; no es posible que todos se ayuden»; en este caso considera este verso del Bodhicharyavatara:
Si el dolor que siente el pie no es de la mano,
¿por qué lo protege entonces? (VIII.99)
Como dice el verso, ¿por qué quita la mano el pincho que causa dolor al pie? Lo mismo podemos decir con la mano y la mota de polvo en el ojo, o con los padres que ayudan a su hijo, o con la mano que lleva la comida a la boca. Con esta lógica, deberíamos pensar que lo hacen por su propio beneficio.
Para resumir, si no hubiera colaboración en la que unos trabajan por el beneficio de otros, y cada uno se esforzara únicamente en su interés, difícilmente se llegaría nunca a hacer algo. Entendiendo esto, por lo tanto, debemos actuar por el beneficio de los seres sensibles.
(b) Intercambiarnos con los demás
En segundo lugar está la meditación sobre la bodhichitta de intercambiarnos con los demás.
El Bodhicharyavatara dice:
Si no cambio mi felicidad
por el sufrimiento de los demás,
nunca alcanzaré la budeidad,
ni tampoco encontraré alegría en el samsara. (VIII.131)
Como dice el texto, debemos entregar nuestra felicidad a los seres sensibles, y asumir sus sufrimientos. Respecto a la visualización, dice:
Ponte, por ejemplo, en el lugar de un inferior,
y considera que tú eres el otro;
con una mente libre de otro pensamiento,
cultiva sentimientos de envidia, rivalidad y orgullo. (VIII.140)
El significado se explica de la forma siguiente:
En la primera meditación, el «otro» es una persona en una posición inferior a la tuya; para él somos alguien de estatus más elevado. Desde el punto de vista de esta persona menos privilegiada, practicamos el sentir la envidia hacia nuestro «yo» superior. Al acabar la meditación surgirá este sentimiento:
«En una práctica como ésta, en la que yo soy el superior y el otro el inferior, ¡mira cuánto dolor provoca la envidia! ¿De qué sirve envidiar a los demás?» De esta forma se calmará nuestra envidia.
De forma similar, tenemos la meditación sobre la rivalidad, centrándonos en alguien de estatus parecido al nuestro. En esta meditación tomamos el lugar de alguien de posición semejante a la nuestra, y desde su punto de vista nos consideramos como un rival. Sintiendo que somos el otro, cultivamos una actitud de rivalidad dirigida hacia nosotros mismos, de todas las formas posibles. Cuando dejamos esta meditación, surgirá el sentimiento siguiente:
«Cuando me considero el enemigo e imagino la actitud competitiva y maliciosa del otro, conlleva tanta ansiedad. En estas circunstancias, ¿de qué sirve desearles daño a los demás, y sentir rivalidad?» De esta forma, nuestros sentimientos competitivos se pacificarán de forma natural.
Y finalmente, siguiendo el mismo principio, tenemos la práctica de cultivar el orgullo, en la que tomamos la posición de alguien inferior, y el otro es nuestro superior. Tomando el lugar del otro superior, cultivamos sentimientos de orgullo respecto a nuestra familia, formación y demás, todas superiores. Al acabar la meditación, pensaremos: «Si siento tal ansiedad al considerar la arrogancia que otros sienten frente a mí, ¿cómo puedo sentir arrogancia frente a otros?» De esta forma nuestro orgullo se pacificará naturalmente.
Podemos hacer estas prácticas siguiendo las descripciones detalladas que se dan en el Bodhicharyavatara.
Si no podemos hacerlas y queremos una práctica más breve, podemos usar esta cita de la Preciosa Guirnalda:
Que sus acciones negativas maduren en mí,
y todas mis virtudes maduren en ellos.
Mientras haya en algún lugar un ser
que no haya sido liberado, que pueda yo,
aún habiendo alcanzado la iluminación insuperable,
permanecer para su beneficio.
Si el mérito de decir estas palabras,
tuviera forma, no podría caber
en tantos mundos como granos de arena
hay en las orillas del Ganges.
Esto lo dijo el Buda,
y también se entiende por razonamiento.[10]
El Bodhicharyavatara también dice:
Que los sufrimientos de los seres
Puedan madurar enteramente en mí;
y que pueda la sangha de los bodhisattvas
llevar a cabo la felicidad de todos. (X, 56)
Podemos meditar sobre el significado de estos versos, y recitarlos en voz alta si queremos. Esta forma de meditar sobre igualarse e intercambiarse con los demás es parecida a los métodos que se encuentran en los escritos de Sakya Pandita. En otros comentarios esto se explica de formas diferentes; podemos practicar de la forma que encontremos más adecuada para nuestra mente.
6. La Paramita de la sabiduría.
Primero se identifica la sabiduría, y luego se la aplica a la cuestión de la ausencia de un «yo».
Identificar la sabiduría
En primer lugar, se identifica la sabiduría con el reconocimiento de la vacuidad de todos los fenómenos durante la sesión de meditación formal, así como con el conocimiento del hecho de que todos los fenómenos son irreales, parecidos a una ilusión mágica o a un sueño, durante la fase de post-meditación.
Firstly, wisdom is identified as the recognition during the formal meditation session that all phenomena are empty, and the knowledge during the post-meditation phase that all phenomena are unreal, like a magical illusion or a dream.
ii. Aplicar la sabiduría a la ausencia de un «yo»
En segundo lugar, aplicamos esta sabiduría al tema de la ausencia de un «yo». Para esto hay dos meditaciones: una sobre la no-identidad del individuo, y una sobre la no-identidad de los fenómenos.
La no-identidad del individuo
En esta primera meditación, investigamos cómo los ignorantes etiquetan al sujeto que acumula acciones kármicas, y vive la experiencia de sus resultados, como un «yo», un individuo, una persona o un ser sensible. Entonces, nos preguntamos: ¿Estas etiquetas se refieren al cuerpo, a la palabra, a la mente, o a algo diferente? ¿Se refieren a lo inanimado o a lo animado? ¿A lo impermanente o a lo permanente?, y así sucesivamente.
Al investigar de esta forma, llegaremos a la conclusión de que, si nos aferramos a un «yo» en donde no lo hay, y a un «otro» que tampoco existe, es únicamente debido a la fuerza del engaño de la mente. De hecho no existe nada que se llame un «yo» o un «ser sensible» que se pueda establecer desde el punto de vista de las cosas en sí mismas.
La no-identidad de los fenómenos
En segundo lugar, para la meditación sobre la no-identidad de los fenómenos, están las cuatro aplicaciones de la atención.
(i) La aplicación de la atención al cuerpo
Todos los fenómenos de la apariencia y de la existencia, tanto del samsara como del nirvana, no son más que apariencias que surgen en nuestra mente, y no tienen la menor existencia aparte de la que mentalmente les atribuimos. Pero la mente misma depende del cuerpo, y así debemos investigar el cuerpo físico con preguntas como éstas:
- ¿Es lo que llamamos el «cuerpo» lo mismo, u otra cosa que el conjunto de sus partes?
- ¿Dónde tiene su origen el cuerpo?
- ¿Dónde permanece?
- ¿Adónde va al final?
Finalmente, descansamos en ecuanimidad, meditando sobre la irrealidad del cuerpo.
Cada vez que experimentamos deseo físico y apego, debemos meditar sobre la impureza y el carácter 'ilusorio' del cuerpo, tanto el nuestro como el de los demás; así superaremos el aferramiento al cuerpo físico.
(ii) La aplicación de la atención a las sensaciones
Las sensaciones de placer y dolor son la base de los estados mentales negativos como el aferramiento y el deseo ansioso. Por lo tanto, debemos investigarlos para ver si son lo mismo o diferentes de la mente, y así sucesivamente. Medita sobre la irrealidad de las sensaciones, y considera cómo las otras sensaciones [como por ejemplo las neutras][11] son, a nivel último, sufrimiento, y no tienen esencia.
(iii) La aplicación de la atención a la mente
Examina la mente, compuesta de las «seis colecciones de conciencia», e investiga este continuo de conciencia, que asume aspectos diversos tales como los momentos anteriores y posteriores, los estados mentales positivos y negativos y demás, para ver si es una sola cosa, o varias cosas diferentes. Considera todos estos estados mentales que aparecen: «me gusta», «no me gusta»; la fe, el escepticismo; los estados mentales cercanos y contrarios al Dharma; la dicha y la tristeza; el apego y la aversión, y examina si son uno o varios. Si piensas que son uno, investiga cuál y cómo puede ser que una mente unitaria aparezca en varios modos (feliz, triste, anhelante, enfadada, etc.) Si en cambio piensas que son estados que surgen debido a circunstancias temporales, examina qué aspecto puede tener la mente en su estado esencial, cuando no está en absoluto afectada por condiciones, ni en contacto con ningún objeto. En tales circunstancias: ¿existe? ¿no existe? ¿es permanente o impermanente? Examina la mente una y otra vez con pensamientos como éstos, y llegarás a la convicción firme de que no tiene base ni origen.
(iv) La aplicación de la atención a los fenómenos
Reconoce con certeza cómo todos los fenómenos, además del cuerpo, sensaciones y mente, todo lo que está incluido en las tres categorías de percepciones, formaciones y lo no condicionado, igualmente surge por la interdependencia de causas y condiciones, y por lo tanto no tiene existencia propia. Conócelos como simple vacuidad, que trasciende toda elaboración conceptual.
4. El resultado de practicar de esta manera
Al ver lo relativo como una simple apariencia, como una ilusión mágica o como las experiencias de un sueño, nos entrenamos en las vastas actividades iluminadas, en que se sueltan los siete tipos de apego[12]. Con la comprensión que, a nivel último, ninguna cosa o suceso tiene ni tan solo un átomo de existencia real, llevaremos esta práctica a nuestros corazones sin aferrarnos a absolutamente nada.
¡Que el Dharma, única cura para el sufrimiento,
y fuente de toda verdadera felicidad,
pueda ser siempre valorado y respetado,
y permanecer por largo tiempo en el futuro![13]
Estas son las palabras de Abu el desaliñado.
¡Que todo sea virtuoso y auspicioso!
| Traducido al inglés por Adam Pearcey, 2004, y al español por Roger Espel Llima, 2007. Traducción al español de los versos del Bodhicharyavatara por Gustavo Villalobos, 2007.
Bibliografía
Edición tibetana
o rgyan 'jigs med chos kyi dbang po. "byang chub sems dpa'i spyod pa la 'jug pa'i sgom rim rab gsal nyi ma/" in gsung 'bum/_o rgyan 'jigs med chos kyi dbang po. TBRC W1PD107142. 8 vols. khreng tu'u: si khron dpe skrun tshogs pa/ si khron mi rigs dpe skrun khang, 2009, vol. 3: 174–195
Fuentes secundarias
Bachelor, Stephen, trans. A Guide to the Bodhisattva's Way of Life. Dharamsala: Library of Tibetan Works and Archives, 1979.
Crosby, Kate and Andrew Skilton, trans. The Bodhicaryāvatāra. Oxford: Oxford University Press, 1996.
Dalai Lama, H. H. A Flash of Lightning in the Dark of Night: A Guide to the Bodhisattva's Way of Life. Boston & London: Shambhala Publications, 1994.
Hopkins, Jeffrey. Buddhist Advice for Living and Liberation: Nagarjuna's Precious Garland. Ithaca, NY: Snow Lion Publications, 1998.
Shantideva. The Way of the Bodhisattva. Translated by the Padmakara Translation Group. Revised Edition. Boston & London: Shambhala Publications, 2006.
Wallace, Vesna and Alan Wallace, trans. A Guide to the Bodhisattva Way of Life. Ithaca, NY: Snow Lion Publications, 1996.
Versión: 1.3-20220830
-
Bodhicharyavatara, I, 1. ↩
-
Abhisamayalankara, I, 18. ↩
-
Patrul Rimpoché da por sentado que su audiencia conoce el Bodhicharyavatara, o lo está leyendo junto con su texto. Cuando cita la obra de Shantideva, solo da las primeras sílabas de una estrofa. En esta traducción hemos incluido los versos enteros. ↩
-
Los ocho tipos de ofrendas son objetos reales tales como (i) nuestras posesiones, (ii) lo que no pertenece a nadie, y (iii) el propio cuerpo; así como ofrendas creadas con la imaginación tales como (iv) un baño ceremonial, (v) sustancias agradables, (vi) ofrendas realizadas por la fuerza de la aspiración, (vii) ofrendas insuperables, y (viii) alabanzas melodiosas. ↩
-
Alak Zenkar Rimpoché da como ejemplo de mal uso de la inteligencia la reflexión sobre el hecho que todos los seres sensibles han sido nuestros padres y madres en el pasado. Si lo consideramos de manera equivocada, podemos llegar a la conclusión que todos los seres nos han dañado en el pasado, ¡y son nuestros enemigos! Esto sería usar mal nuestra inteligencia. ↩
-
Los tres están explicados en el Bodhicharyavatara, VI, 21. ↩
-
Origen no identificado. ↩
-
Suhrllekha, verso 68. ↩
-
Alak Zenkar Rimpoché dice que un ejemplo moderno sería sacar la nieve de la rampa de entrada a nuestra casa, pero no de las de los demás. ↩
-
Para otra traducción (al inglés) de estos versos, ver Hopkins, J. Buddhist Advice for Living and Liberation, Snow Lion, pág. 162. ↩
-
Según Alak Zenkar Rimpoché, esto se refiere a las sensaciones neutras. Estas también son sufrimiento en su sentido más general, porque entran en la categoría del sufrimiento que todo lo abarca de la existencia condicionada. ↩
-
Según el comentario de Arya Asanga sobre el Mahayanasutra-alamkara, en el que se explican en relación con la paramita de la generosidad, los siete tipos de apego son: (1) apego a las posesiones, (2) dejar la práctica para más tarde, (3) quedarse satisfecho con un poquito de práctica, (4) esperarse algo a cambio, (5) los resultados kármicos, (6) las circunstancias adversas, y (7) las distracciones. ↩
-
Bodhicharyavatara, X, 57. ↩