Una lámpara para disipar la oscuridad
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Una lámpara para disipar la oscuridad
Una instrucción que apunta directamente a la esencia misma de la mente en la Tradición de "los Antiguos Realizados”
por Mipham Jampal Dorje
Homenaje
¡Homenaje al Lama, inseparable de Mañjuśrī, la personificación de la sabiduría!
Sin tener que estudiar, contemplar o entrenarse en gran medida,
simplemente manteniendo el reconocimiento de la naturaleza misma de la mente de acuerdo al enfoque de las instrucciones esenciales,
cualquier yogui común de pueblo puede, sin mucha dificultad,
alcanzar el nivel de un vidyādhara: tal es el poder de este profundo camino.
La instrucción que rompe el cascarón de la ignorancia
Cuando dejas tu mente en un estado de reposo natural, sin pensar en ningún pensamiento en particular, y al mismo tiempo mantienes algún tipo de atención, puedes experimentar un estado de indiferencia vacía, neutral y apática, llamado "lungmaten", (una 'tierra de nadie'), donde tu conciencia está apagada y en blanco.
En ese estado, no hay nada de la visión clara de vipaśyanā, que discierne las cosas con precisión, y por eso los maestros lo llaman marigpa (“no reconocimiento, ignorancia, desconocimiento”). Como no se puede definir y decir “Así es”, o “¡Esto es!”, tal estado se llama lungmaten ("indeciso, indeterminado"). Y como no puedes decir en qué estado estás descansando, o en qué piensa tu mente, también se llama tha mal tang nyom ("un estado corriente de indiferencia apática"). De hecho, estás atrapado en un estado corriente dentro del ālaya.
Necesitas eso como un medio para descansar la mente, como un peldaño, para hacer surgir el estado no conceptual de la sabiduría primordial. Sin embargo, si no se da el auto-reconocimiento de la sabiduría primordial que es nuestra rigpa, no se puede considerar como la principal práctica (de meditación) del Dzogchen. Como dice La oración de aspiración de Samantabhadra:
Un estado en blanco, desprovisto de cualquier pensamiento:
Eso es marigpa, la causa del engaño.
Por lo tanto, cuando la mente experimenta este tipo de estado embotado que carece de cualquier pensamiento o actividad mental, al permitir que tu atención se gire natural y suavemente hacia aquel que es consciente de este estado -aquel que no está pensando- descubres la conciencia pura de rigpa, libre de cualquier movimiento de pensamiento, más allá de cualquier noción de fuera o dentro, sin obstrucción y abierto, como el cielo claro.
Aunque aquí no hay una separación dualista entre la experiencia y aquel que tiene la experiencia, aún así la mente está segura de su propia verdadera naturaleza, y hay una sensación de que “no hay nada en absoluto más allá de esto”. Cuando esto ocurre, al no poder conceptualizarlo ni expresarlo con palabras, es aceptable aplicar términos como: “libre de todos los extremos”, “más allá de toda descripción”, “el estado fundamental de luz clara” y “la conciencia pura de rigpa”.
A medida que emerge la sabiduría de reconocer tu propia verdadera naturaleza, se disipa la oscuridad cegadora de la confusión y, al igual que puedes ver claramente el interior de tu casa una vez que ha salido el sol, adquieres confianza y certeza en la verdadera naturaleza de tu mente.
Esta es “la instrucción (mengak) para romper el cascarón de la ignorancia (marigpa)”.
La instrucción para cortar a través de la red de la existencia samsárica
Cuando obtienes este tipo de realización, comprendes que esta naturaleza de la realidad siempre ha sido así, intemporal, que no ha sido creada por ninguna causa o condición, y que nunca sufre ningún tipo de transición o cambio, en el pasado, presente o futuro. Al mismo tiempo, no se puede encontrar ni la más mínima fracción de algo llamado "mente" que esté separada de esta naturaleza.
También se podría decir que el estado mental en blanco que vimos antes es indescriptible, pero carece de decisión, ya que eres completamente incapaz de describirlo de alguna manera. Rigpa, por otro lado, es en esencia indescriptible, pero al mismo tiempo tiene una cualidad decisiva que corta cualquier duda sobre lo que es indescriptible. Por lo tanto, hay una gran diferencia entre estos dos tipos de indescriptibilidad, como la diferencia entre la ceguera y la visión perfecta.
Esto cubre el punto crucial de distinguir entre el ālaya y el dharmakāya.
Por lo tanto, debido a que términos como "mente corriente", "inactividad mental", "inexpresable", etcétera, se utilizan de dos maneras diferentes, —sólo una de ellas es auténtica,— cuando se llega a conocer el punto crucial de cómo las mismas palabras pueden tener un nivel de significado más elevado, se puede llegar a experimentar el verdadero significado del Dharma profundo.
Al descansar en la esencia de la mente, algunos sienten que lo que hay que mantener es una simple claridad, una simple conciencia, y por eso se asientan en un estado de conciencia mental corriente, pensando: "Esto es claridad". Otros centran su atención en la conciencia de una sensación de vacuidad total, como si sus mentes se hubieran "vuelto" vacías. Pero, en ambos casos, hay cierto aferramiento a la experiencia dualista de un aspecto de la conciencia mental corriente.
Cuando te encuentres en cualquiera de estos estados, mira la naturaleza innata (bab) de esa atención sutilmente anclada —la claridad y el que percibe la claridad, la vacuidad y el que percibe la vacuidad— y, al hacerlo, le quitarás el soporte a la conciencia corriente que percibe las cosas de forma dualista. Entonces, si puedes reconocer con decisión la naturaleza innata de tu propia mente en toda su desnudez —clara y abierta, sin ningún límite ni centro— y surge un estado de claridad lúcida, eso es lo que se llama "la esencia misma de rigpa". Con esto, a medida que rigpa se desprende del velo de las experiencias que implican aferramiento, su sabiduría pura y prístina queda al descubierto.
Esta fue "la instrucción para cortar la red de la existencia condicionada".
La instrucción para permanecer en la igualdad semejante al espacio
Así es como se debe reconocer la conciencia pura de rigpa una vez que se ha liberado de las diversas capas del pensamiento y la experiencia corriente, como un grano de arroz liberado de su cáscara, asentándose naturalmente y haciendo uso de la cualidad de autoconocimiento (o autoiluminación) propia de rigpa.
Sin embargo, no basta con comprender la naturaleza de rigpa; hay que ser capaz de permanecer en ese estado con cierta estabilidad mediante el desarrollo de la familiaridad. Por eso es muy importante que, sin distraerte, mantengas una atención constante, para seguir descansando en un estado de conciencia totalmente natural.
Cuando mantienes ese estado, a veces puedes experimentar un estado confuso y embotado sin pensamientos, mientras que otras veces puedes experimentar un estado sin obstáculos (zang thal) y sin pensamientos que tiene la claridad de vipaśyanā. A veces, podrías experimentar estados de dicha en los que desarrollas cierta fijación, mientras que otras veces podrías experimentar estados de dicha libres de esa fijación. A veces, podrías tener varias experiencias de claridad con aferramiento, mientras que en otras ocasiones podrías experimentar una claridad vívida que es inmaculada y libre de aferramiento. A veces, puedes tener experiencias desagradables y perturbadoras, mientras que otras veces puedes tener experiencias agradables y tranquilizadoras. Y a veces, podrías experimentar una turbulencia extrema de pensamientos que arrastra tu mente, haciéndote perder la meditación; mientras que en otras ocasiones, podrías experimentar estados mentales poco claros debido a la incapacidad de distinguir entre la torpeza mental y la claridad vívida.
Estas y otras experiencias se producen de forma imprevisible y de una forma que no puedes medir, como las diversas olas producidas por los vientos del karma y los pensamientos habituales, que has cultivado a lo largo del tiempo sin principio. Es como si estuvieras en un largo viaje, durante el cual visitas todo tipo de lugares diferentes —algunos de ellos agradables, otros llenos de peligro,— pero pase lo que pase, no permitas que ello te desanime y continúa en tu propio camino.
En particular, cuando aún no estés familiarizado con esta práctica, y tengas la experiencia del "movimiento", en donde todo tipo de pensamientos se agitan en tu mente como un fuego ardiente, no te desanimes. Mantén el fluir de tu práctica sin dejar que se pierda, y encuentra el equilibrio adecuado, de modo que no estés ni demasiado tenso ni demasiado relajado. De este modo, las experiencias meditativas más avanzadas, tales como el “logro”[1], se producirán una tras otra.
En este punto, investiga la distinción entre el reconocimiento y el no reconocimiento de rigpa, entre ālaya y dharmakāya, y entre la conciencia corriente y la sabiduría. A través de las instrucciones esenciales del maestro, y sobre la base de tu propia experiencia personal, ten confianza en la introducción directa que recibas. Mientras mantengas esto, al igual que el agua se aclara por sí misma si no la agitas, tu conciencia ordinaria se asentará en su propia naturaleza. Así que debes concentrarte principalmente en las instrucciones que muestran claramente cómo la verdadera naturaleza de esta conciencia es la sabiduría que surge naturalmente. No analices con vistas a adoptar un estado y abandonar otro, pensando: "¿Qué es esto que estoy cultivando en la meditación? ¿Es conciencia corriente o sabiduría?". Tampoco debes entretenerte con todo tipo de especulaciones basadas en la comprensión que hayas obtenido de los libros, porque hacerlo sólo servirá para obstruir tanto śamatha como vipaśyanā.
En algún momento, el aspecto de la familiaridad o śamatha, —que aquí significa establecerse de forma totalmente natural con una atención estable y continua,— y vipaśyanā, —que aquí significa la conciencia que conoce su propia naturaleza por sí misma,— se fusionarán automáticamente. Cuando esto sucede, y adquieres cierta familiaridad estable con ello, llegas a comprender cómo el śamatha y el vipaśyanā, que son la quietud primordial del estado natural y la luz clara de tu propia naturaleza, han sido siempre inseparables, y amanece la sabiduría que surge naturalmente y que es la mente de sabiduría del Dzogpachenpo.
Esta fue la instrucción para permanecer en la igualdad que es como el espacio.
El glorioso Saraha dijo:
Habiendo ido más allá del que piensa y del pensamiento,
permanece como un niño pequeño, libre de pensamientos.
Esta es la manera de ser. También dijo:
Céntrate en las palabras del maestro y aplica un gran esfuerzo.
Entonces, si has recibido las instrucciones del maestro introduciéndote a tu rigpa:
No hay duda de que tu naturaleza intrínseca surgirá.
Como él dice, la sabiduría que surge de forma natural y que es la naturaleza intrínseca de la mente, y que siempre ha acompañado a tu mente corriente desde tiempos inmemoriales, se manifestará. Esto no es diferente de la naturaleza intrínseca de todo, por lo que también se denomina "la genuina luz clara de la naturaleza fundamental (nyukma dön gyi ösal)".
Por lo tanto, este enfoque de descansar en un estado completamente natural y mantener el reconocimiento de tu propia naturaleza, o rigpa, la esencia misma de la mente, o la naturaleza de los fenómenos, es 'la instrucción esencial que reúne cien puntos cruciales en uno'. Esto es también lo que debes mantener continuamente.
La verdadera medida de tu familiaridad con esto es la capacidad de mantener el estado de luz clara durante el sueño. Las señales de que estás en el camino correcto pueden conocerse a través de tu propia experiencia: tu fe, compasión y sabiduría aumentarán automáticamente, de modo que la realización llegará fácilmente y experimentarás pocas dificultades. Puedes estar seguro de lo profundo y rápido que es este enfoque si comparas la realización que aporta con la que se obtiene sólo mediante un gran esfuerzo en otros enfoques.
Como resultado de cultivar la luz clara natural de tu mente, los oscurecimientos del pensamiento corriente y los hábitos que éste crea se disiparán de forma natural (sang), y los dos aspectos de la sabiduría omnisciente se desplegarán sin esfuerzo (gye). Con esto, a medida que te apoderes de la fortaleza de tu propia naturaleza primordial, los tres kāyas se lograrán espontáneamente. ¡Profundo! ¡Guhya! ¡Samaya!
Esta profunda instrucción fue escrita por Mipham Jampal Dorje el duodécimo día del segundo mes, en el año del Caballo de Fuego (1906), en beneficio de los yoguis comunes y de otras personas que, si bien no pueden esforzarse demasiado en el estudio y la contemplación, aún desean llevar la esencia misma de la mente a la experiencia mediante la práctica. Ha sido expuesta en un lenguaje fácil de entender, de acuerdo con la guía basada en la experiencia de un gran número de antiguos maestros realizados. ¡Virtud! ¡Maṅgalam!
| Traducido del inglés al español por María García y Javier Torales, 2022.
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Esto hace referencia a cinco experiencias sucesivas que ocurren durante el desarrollo de la meditación en general, y del śamatha en particular. Se denominan "movimiento" (comparado con una cascada de agua que desciende por la pared de una roca), "logro" (comparado con un torrente en un barranco profundo), "familiarización" (comparado con un río serpenteante), "estabilidad" (comparado con un océano sin olas) y "consumación" (comparado con una montaña). ↩