La casa de las traducciones del budismo tibetano
ISSN 2753-4812
ISSN 2753-4812

Cofre de siddhis

English | Español | བོད་ཡིག

El cofre de los siddhis

Manual de recitación para la Asamblea del Vidyādhara (Rigdzin Düpa)

por Rigdzin Jigme Lingpa

¡Me postro a los pies de Padma, el despierto!

Cuando hagas la recitación de «aproximación» de la Asamblea del Vidyādhara (Rigdzin Düpa), hazlo en un lugar donde sea poco probable que encuentres obstáculos o interrupciones, empieza por ofrecer una torma a las deidades locales que controlan el territorio y encomendándoles la actividad. Antes de entrar en retiro estricto, limpia el lugar donde permanecerás. Luego, sobre una superficie elevada, dispón montones de grano[1] y las ofrendas de néctar medicinal (sman), rakta y torma, junto con las siete ofrendas tradicionales. Se dice que debes dibujar un vajra cruzado bajo tu asiento, pero dado que esto podría representar una falta de respeto al atributo de una deidad[2], puedes poner en su lugar un dibujo de una svāstika y un poco de hierba kuśa[3].

Siéntate cómodamente. Refina tu actitud mediante los preliminares comunes. Concéntrate con especial énfasis en recibir las cuatro iniciaciones al concluir la práctica del Guru Yoga, lo que purificará cualquier impedimento o ruptura de samaya y garantizará el éxito de la práctica.

Luego, a medida que avanzas en la práctica, comenzando con el refugio y la bodichita, asegúrate de conectar las palabras del texto con su auténtico significado.

En este contexto, la triple generación de la bodichita puede explicarse del siguiente modo:

Bodichita de aspiración: «Llevaré a cabo la práctica del guru por el bien de todos los seres, cada uno de los cuales ha sido mi propia madre en el transcurso de mis vidas pasadas».

Bodichita en acción: Implica llevar a cabo acciones concretas por el bien de los demás:

Ofrecer a las fuerzas obstructoras torma (bgegs gtor), ofrendas y festín (tshogs) sin ningún sentimiento de pérdida ni mezquindad es generosidad.

No abandonar las diversas promesas: no salir ni permitir la entrada de otros, guardar silencio, no abandonar nunca tu retiro bajo ninguna circunstancia, etc., independientemente de los problemas o contratiempos que puedan surgir, es disciplina ética.

Mantener el compromiso original sin importar las dificultades, ya sea practicar cuatro, seis o cualquier otra sesión al día, sin ceder a la tentación de hacer menos, es implacable paciencia.

No caer en la indolencia o la pereza, ni siquiera por un instante, mientras realizas cualquier tarea durante y entre las sesiones, es diligencia tenaz.

Concentrar tus cinco sentidos en la apariencia clara del soporte (palacio) y sus apoyos (deidades), suprimiendo todos los pensamientos y percepciones ordinarios, y, al mismo tiempo, no permitirte ser presa de la más mínima distracción, es concentración meditativa.

No practicar la fase de generación (bskyed rim) con un estado de ánimo ordinario, sino permitir que la visualización se desarrolle de forma natural y espontánea en la claridad de la naturaleza inalterada de la realidad, es sabiduría.

Así es como se entienden las seis perfecciones trascendentes en este contexto. Su aplicación correcta equivale a la bodichita en acción.

El término «bodichita absoluta» se aplica siempre que todo esto se realice con la conciencia de lo que está más allá de la mente conceptual ordinaria. Comprender esto te permite también llegar a reconocer el punto crucial de que el sūtra y el mantra están en armonía.

Aquí la práctica de las siete ramas se relaciona con la verdad absoluta. Aquel con la capacidad más alta, que comprenda la práctica Dzogchen de Tögal, aplicará la fase de generación profunda, donde la perfección espontánea surge como apariencia y vacuidad. Sin embargo, es raro encontrar a alguien capaz de tal práctica, por lo que quienes todavía están refinando su aspiración, deben entrenar su mente reuniendo las acumulaciones mediante la aplicación de las siete ramas de forma general.

A continuación, saca las tomas afuera. Visualiza los puntos de delimitación junto con los cuatro reyes y los setenta y cinco gloriosos protectores. Mientras recitas «Acepta esta ofrenda de torma...», ofrece la torma y considera que las deidades quedan complacidas, permanecen y vigilan contra cualquier obstáculo. Sella tu puerta. Pon fin a todas las idas y venidas. Aunque te encuentres en un lugar aislado y sin nadie a tu alrededor, romper tu retiro sigue siendo una falta grave, así que no te permitas descuidarte y relajarte demasiado, salir a pasear sin prisas, etc.[4] Si alguna vez te encuentras haciendo esto, regresa rápidamente a tu retiro.

Para generar la mayor «carpa protectora», reconoce que la mente está más allá del surgimiento y el cese y comprende que las fuerzas obstructoras no tienen una existencia real. Si esto está más allá de la capacidad de tu mente conceptual, visualiza vajras de diversas formas y tamaños formando una gran carpa, similar a un casco de hierro gigante que está bien cerrado. El significado del texto raíz aquí es que los pensamientos conceptuales son las fuerzas obstructoras temporales, mientras que la indestructible «esfera vajra» es la verdadera naturaleza de las cosas, que siempre ha sido inmutable.

El descenso de las bendiciones y lo que le sigue son fáciles de comprender. En cuanto a la práctica en sí de la fase de generación, esta no lo hace por medio de la generación de los tres samadhis como en algunas prácticas de los yogas inferiores, sino que se basa en la visión del Anuyoga, en la que todos los fenómenos emergen del espacio básico[5]. Esto significa que la verdadera naturaleza de las cosas, la conciencia pura (rig pa), es inalterada y no fabricada por el pensamiento, es vacía en su propia esencia, y sin embargo, a través de su resplandor, como la expresión dinámica de la visión clara (vipaśyanā), todo lo que aparece se visualiza como el maṇḍala (dkyil ‘khor, “literalmente 'centro y periferia’”) de la gran perfección natural de la pureza infinita.

En este contexto, “centro” se refiere a las deidades como soporte, mientras que “periferia” se refiere al palacio como apoyo. Todas las formas aparentes de la visualización, incluidas las cuatro esquinas, las cuatro puertas y los escalones del palacio, etc., están relacionadas con las cualidades puras de los factores de la iluminación, empezando por las cuatro aplicaciones de la atención plena. Para un estudio más profundo de las imágenes simbólicas, su significado y la lógica que las sustenta, consulta textos como El gran carruaje[6] y demás.

Luego, se genera la visualización de las deidades como soporte en el centro del palacio como apoyo. Entre los medios para purificar las tendencias habituales asociadas a los cuatro modos de renacimiento[7], este enfoque no está relacionado con los dos más burdos. Y de los dos más sutiles, está asociado con el renacimiento a través del calor y la humedad. El asiento del disco solar representa el calor; el disco lunar, la humedad; y la sílaba HŪṂ, la conciencia de los seres en el estado intermedio (bardo). (Nótese que si una persona con realización avanzada necesita prepararse para otorgar una iniciación, el método utilizado consiste en generar la visualización a través de las cuatro manifestaciones de la iluminación[8]. El significado de este enfoque se explica con más detalle en mi comentario sobre la fase de generación, Una escalera para viajar a Akaniṣṭha).

La deidad que se manifiesta plenamente a través del HŪṂ es la personificación general, la presencia real y la identidad esencial de todos los budas: Guru Rinpoche, el maestro que prevalece sobre todo lo que aparece y existe. Está dotado de todos los signos mayores y marcas menores. Su forma y atributos simbolizan los fenómenos puros, como se describe a continuación:

• Tiene un solo rostro, simbolizando que todos los fenómenos son de un solo sabor en su verdadera naturaleza.

• Posee dos manos, simbolizando la coexistencia de los medios hábiles y la sabiduría.

• Su tez es blanca teñida de rojo, simbolizando la inseparable unidad de la dicha y la vacuidad.

• Viste un hábito monástico, un manto de brocado y una toga, simbolizando su perfección en los vehículos de los śrāvakas, bodhisattvas y el mantra secreto.

• Como señal de que ha alcanzado el nivel de vidyādhara espontáneamente realizado, personificación de los cinco kāyas, la budeidad según el Mantrayāna y la culminación de la eliminación y la realización, sostiene en su mano derecha un vajra dorado de cinco puntas. Lo apunta amenazadoramente hacia las fuerzas demoníacas del aferramiento dualista y el pensamiento conceptual, y realiza la actividad iluminada de aniquilar lo perjudicial.

• En su mano izquierda sostiene una copa de cráneo que contiene una vasija de larga vida, símbolo de que madura y libera a los seres exclusivamente a través del vehículo resultante y guía a sus seguidores con el gran logro de un vidyādhara con poder sobre la vida.

• Como personificación de los tres kāyas, completos con sus siete atributos[9], más allá de los extremos de saṃsāra y nirvāṇa, acuna en su brazo a la bella princesa Mandāravā.

• Como símbolo de que sostiene el poder de las cinco familias búdicas, lleva el sombrero de loto.

• Sus dos piernas adoptan la grácil postura del aplomo real, indicando que ha llevado a cabo acciones para su propio bienestar y que permanece siempre dispuesto a beneficiar a los demás.

• Dado que conduce a sus seguidores al nirvāṇa a través del pináculo de todos los yānas, sobre su cabeza presiden los dos maestros de todos los vehículos supremos [Garab Dorje y Samantabhadra.]

• Como símbolo de la purificación de los ocho tipos de conciencia que caracterizan el saṃsāra, está rodeado por los ocho vidyādharas, quienes son las emanaciones de los ocho bodhisattvas y las ocho clases de realización[10].

En resumen, todas las experiencias engañosas y dualistas, que implican mente y fenómenos, se generan de las esencias burda y sutil (thig le), que, a su vez, son causadas por el potencial inherente dentro de los seis elementos ordinarios[11]. Cuando este potencial es eliminado mediante la profunda vía mantrayāna de los medios hábiles, es reemplazado por la personificación de la esencia de la sabiduría: el maestro vajra, el segundo buda Padmasambhava. Es él, quien, por emanación, hace aparecer a las demás deidades del maṇḍala y, quien, del mismo modo, provoca su disolución. Para representar su identificación con este maestro (y las demás deidades), todas las diversas deidades asociadas con las seis clases de tantra —los tres tantras externos de samaya, práctica y realización (kriyā, caryā y yoga), así como los yogas de los tantras internos asociados con el cuerpo, la palabra y la mente iluminados—, junto con los vidyādharas de la India y el Tíbet que han alcanzado la realización a través de estos caminos, aparecen en el espacio sobre Guru Rinpoche como invitados. Este es, de hecho, el mismísimo significado del título: La sādhana interna de la Asamblea del Vidyādhara.

A continuación, sigue la invocación, la ofrenda de alabanzas, etc. cuya comprensión es accesible y no requiere mayor elaboración aquí.

Recitación de mantras para la aproximación y la realización

1. La aproximación

Una vez que hayas recordado los puntos contenidos en los versos que comienzan con: «En mi corazón, sobre un loto, sol y luna...» y comiences la práctica, no es necesario visualizar la emanación y reabsorción de los rayos de luz hasta que la apariencia de la deidad adquiera cierta claridad. Práctica de modo que las percepciones engañosas, que surgen del resplandor o la claridad de la naturaleza plenamente libre de fabricaciones de la realidad, se manifiesten como el maṇḍala del palacio y las deidades. A esto se le conoce como «apariencia clara».

Siempre que la visualización sea confusa, recurre a la práctica de “recordar la pureza”, como se ha explicado anteriormente. Esto te ayudará a evitar el error de aferrarte a la deidad como una expresión ordinaria del yo.

En pocas palabras, ver, oír o pensar de forma ordinaria no se considera una práctica de aproximación. Como se dice:

Todas las percepciones se perfeccionan como el mudrā de la forma iluminada,
Todos los sonidos se purifican en la gran dicha del mantra,
Todos los pensamientos maduran en la clara luz del dharmakāya[12].

En nuestra tradición, estos tres principios de “purificación, perfeccionamiento y maduración” son los pilares fundamentales de la práctica de aproximación.

Cuando hayas logrado claridad en la apariencia de la deidad, considera que los rayos de luz emanan de la finísima guirnalda del mantra. Al ofrecerlos a los budas y a sus herederos bodhisattvas, acumulas méritos.

Cuando los rayos de luz regresan y se disuelven en ti, considera que purificas los cuatro tipos de oscurecimientos, recibes las cuatro iniciaciones y realizas los cuatro kāyas. Entonces, asentándote en una experiencia genuina de dharmatā, reúnes la acumulación de sabiduría.

Así es como te «acercas» y te aproximas a la deidad a través de las dos acumulaciones.

Una vez impregnado de bendiciones y habiendo logrado tu propio bienestar, visualiza más rayos de luz que brillan y alcanzan a todos los seres. De este modo, purificas todo el karma y las tendencias habituales de los seres de las seis clases o de los cinco tipos[13].

Cualquier apego ordinario al entorno y a sus habitantes se purifica, tal como la escarcha se derrite bajo el sol. Medita en la percepción pura del entorno como el palacio y de sus habitantes como deidades, los vidyādharas. Esto creará las condiciones interdependientes para beneficiar a los demás y te conducirá a un estado en el que el bienestar propio y el ajeno se logran espontáneamente. Comprometerse a nunca abandonar la práctica hasta haber realizado verdaderamente estos puntos y entrenarse para cumplir este voto es la verdadera medida de la práctica de aproximación. Esto significa que recitar un número determinado de mantras, como 1.200.000 del mantra de aproximación, es una práctica aspiracional con la esperanza de establecer tendencias positivas. Por ello, independientemente de que se emprenda o no un retiro estricto, mientras no se descuiden los tres principios de purificación, perfeccionamiento y maduración, se renacerá indudablemente en la Montaña de Cobre de la Gloria. Como se dice:

Todo es circunstancial
y depende de la aspiración de cada uno.

Si reforzar nuestras percepciones engañosas y actitudes negativas nos lleva a vagar aún más en el saṃsāra y en los reinos inferiores, no podemos engañarnos sobre el resultado de meditar en los tres maṇḍalas de la apariencia, el sonido y la conciencia de la deidad. Ahora que la era final está sobre nosotros y solo una pequeña fracción de las enseñanzas sobrevive, cultivemos una diligencia entusiasta. Se dice que, entre todas las prácticas, la del guru es suprema. De hecho, el propio gran maestro Padmasambhava, la personificación de todos los budas, dijo:

Al verme a mí, se ven todos los budas;
al realizar mi práctica, se realiza la práctica de todos los budas;
porque yo soy la personificación de todos los sugatas.

La validez de esta afirmación puede confirmarse mediante la percepción directa.

2. La realización

La visualización del jñānasattva en el corazón y todos los demás detalles relacionados con la deidad, el mantra y el samādhi pueden estudiarse en el manual de instrucciones ocultas (gab byang) titulado Un vistazo a los puntos cruciales.

Como resultado único de esta práctica, en esta misma vida alcanzarás el despertar completo dentro del espacio absoluto de los cinco kāyas, perfeccionando las etapas de logro: los cinco caminos mencionados en los sūtras y los cuatro niveles de un vidyādhara descritos en los tantras. No será necesario depender de la creación de conexiones kármicas correctas para viajar a un reino puro como la Montaña de Cobre de la Gloria. Estos detalles deben entenderse a partir de las instrucciones del maestro vajra.

Esto texto fue escrito por el maestro de esta enseñanza, [Jigme Lingpa], en respuesta a las insistentes peticiones de Kundrol, un estudiante de este linaje[14].


| Traducción de Adam Pearcey, 2006. Enmendado y publicado por primera vez en Lotsawa House, 2015. Con agradecimientos a Ringu Tulku Rinpoche, Khentrul Lodrö Thaye, Lama Chökyi Nyima, Patrick Gaffney y Gyurme Avertin. Traducido al español por Sara Rojo, 2025.


Versión: 1.1-20250331


  1. Se refiere a la representación del maṇḍala que puede realizarse de tres maneras: la mejor opción es la tela pintada; la opción intermedia es arena de colores; y la alternativa más simple consiste en montones de grano.  ↩

  2. El vajra cruzado simboliza la sabiduría primordial inmutable, por lo que sentarse sobre él podría considerarse una falta de respeto.  ↩

  3. Dzongsar Khyentse Rinpoche aconseja: «Haz una cruz con la hierba kuśa y colócala bajo tu cama para representar el samaya inmutable e indestructible de este retiro.»  ↩

  4. skyo sang también puede significar descansar, relajarse, tomarse unas vacaciones o hacer un picnic (Tulku Thondup Rinpoche).  ↩

  5. En otras palabras, todos los fenómenos surgen espontáneamente del espacio de la vacuidad.  ↩

  6. Longchenpa escribió un famoso comentario sobre Finding Comfort and Ease in the Nature of Mind (Descansar con sosiego en la naturaleza de la mente).  ↩

  7. Los cuatro modos de renacimiento son: 1) nacimiento del vientre materno, 2) nacimiento de un huevo, 3) nacimiento a partir del calor y la humedad, y 4) nacimiento milagroso.  ↩

  8. Para más detalles, véase Deity, Mantra and Wisdom: Development Stage Meditation in Tibetan Buddhist Tantra (Deidad, Mantra y Sabiduría: fase de generación en el budismo tántrico tibetano), Snow Lion, 2007, páginas 184-185.  ↩

  9. Hay tres atributos del nirmāṇakāya, uno del dharmakāya y tres del sambhogakāya. Nirmāṇakāya: (i) la compasión más elevada por todos los seres es ininterrumpida, (ii) la corriente mental está completamente llena de compasión, (iii) no está obstruida. Dharmakāya: (iv) la unión de la vacuidad y la compasión, más allá de la existencia inherente o elaboración. Sambhogakāya: (v) disfrute permanente de la rueda de oración del mantra profundo, (vi) unión lograda mediante la unión del kāya de sabiduría con la consorte, que es el propio resplandor, (vii) gran dicha incontaminada sin interrupción.  ↩

  10. En otras palabras, los ocho herukas (bka' brgyad).  ↩

  11. Tierra, agua, fuego, viento, espacio y conciencia o sabiduría.  ↩

  12. De la oración de buenos augurios al final de Rigdzin Düpa.  ↩

  13. Los cinco tipos son similares a las seis clases, pero en este caso, los semidioses están incluidos dentro de las categorías de dioses y animales.  ↩

  14. Tulku Thondup Rinpoche dice que probablemente se trate de Jigme Kundrol ('jigs med kun grol) de Bután, uno de los cuatro principales discípulos de Jigme Lingpa, conocidos como los «Cuatro Jigmes».  ↩

Jigme Lingpa

Rigdzin Düpa

Informaciones relacionadas:

Descargar este texto:

EPUB  PDF 

El budismo Vajrayāna impone ciertas restricciones sobre la lectura y la práctica de algunos textos, cuyo uso está limitado a las personas que hayan recibido las iniciaciones, transmisiones e instrucciones correspondientes.

Si no estás seguro de si debes leer o practicar un texto en particular, por favor consulta a un sostenedor cualificado del linaje.

OK
Esta web utiliza cookies para recopilar estadísticas de uso anónimas y mejorar la experiencia.
Decline
Accept