La casa de las traducciones del budismo tibetano
ISSN 2753-4812
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Un camino de gozo hacia el despertar

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Un camino de gozo hacia el despertar

por Jamyang Khyentse Chökyi Lodrö

Respetuosamente rindo homenaje
a los pies de loto del glorioso guru Mañjuvajra.
Aquí presentaré el único recorrido de todo Buda,
un breve relato del camino de gozo hacia el despertar.

El soporte maravilloso para cualquiera que quiera recorrer el camino a la liberación
es una vida humana de libertades y ventajas, tan extremadamente rara y difícil de encontrar como la flor de uḍumbara.
Ahora que la tienes en tu poder, úsala;
pues no volverás a encontrar oportunidad igual.

Dado que es impermanente, como las gotas de rocío sobre las briznas de hierba,
quién sabe qué llegará primero, si el resto del día o un nuevo mañana.
Las formas de morir son infinitas y el momento de la muerte, desconocido.
Reflexiona sobre el hecho de que todo lo compuesto se verá destruido.

En el día en que fallecemos, al oírse el estertor de nuestra muerte,
cuando los sirvientes de Yama se aproximen,
partiremos cargando con nuestras malas conductas y fechorías.
El resultado de nuestras acciones, el karma, solo puede madurar en nosotros mismos.

Los inmensos sufrimientos del saṃsāra, tormentos en todas sus posibles manifestaciones,
son extremadamente difíciles de soportar; como ser arrojado a un infierno o congelado vivo.
Si el mero hecho de pensarlo nos causa semejante terror, ¿cómo será sufrirlos directamente?

Reflexiona también sobre el hecho de nacer como un animal o espíritu hambriento,
o en otros reinos inferiores como los infiernos colindantes o efímeros.
La virtud contaminada podría propulsarte a reinos superiores, y más cómodos,
pero una vez este mérito se haya agotado, solo resta volver a dominios inferiores.

Da exactamente igual en cuál de los seis reinos
del sistema de tres mil mundos renazcas:
no encontrarás ni el más ínfimo placer que sea perdurable.
Así que cultiva asco hacia dicha existencia, renuncia a ella.

Con fe estable y respeto como base,
genera el ansia de ser libre y la firme convicción
de que el guru y las tres excepcionales y sublimes te protegerán
de obstáculos en el camino a la liberación, en está y vidas venideras, y toma refugio en ellos.

Deshazte de la mente que se valora a sí misma a costa de los demás
y reemplázala con altruismo bueno y de corazón, libre de toda hipocresía.

Estabiliza las raíces del amor y la compasión
y después medita en la bodhicitta, pues es la esencia misma del Dharma.

Todas las faltas provienen de desear solo tu propia felicidad.
Sin embargo, si te dedicas al beneficio de los demás, tus propios deseos se verán automáticamente satisfechos.

Mantener una visión «superior» es la causa de caer en visiones inferiores
y te retrasará mucho del supremo despertar.

Así que vigila tus acciones físicas, verbales y mentales con atención plena;
asegúrate de que siempre sean altruistas.
Es esencial hacer aspiraciones puras y honestas,
como lo es también tener pocas necesidades y permanecer siempre satisfecho.

Constantemente mira dentro de ti y examina tu mente,
si encuentras algún estado negativo, deshazte de él rápidamente, como harías con una serpiente venenosa.
No actúes de ninguna forma que perjudique a los demás,
directa o indirectamente; ni siquiera en sueños.

La naturaleza del sugatagarbha es primordialmente pura
y presente en todos los seres vivos.
Pese a ello, salvo que elimines las manchas adventicias que la oscurecen,
no lograrás el despertar que beneficia tanto a los demás como a uno mismo.

Es por tanto imperativo, que te apliques en las etapas del camino,
para reunir las dos acumulaciones de método y sabiduría, y purificar los oscurecimientos.
Además, con respeto, confía en un amigo espiritual cualificado
y recibe ell Dharma sublime, que es como néctar.

El mero estudio no resultará en la liberación;
esfuérzate también en contemplar y meditar sobre lo que has aprendido.

El signo de un practicante genuino es que las emociones destructivas se debilitan;
dejar de anhelar las experiencias presentes, el signo de progreso en el camino.

Si lo contrario tiene lugar, entonces te has obsesionado con esta vida,
tus emociones terminarán dominando y te convertirás en un hipócrita;
habilidoso hablando del Dharma, pero bien lejos de la liberación.

Nosotros, sirvientes de las enseñanzas del Señor de los Sabios,
no debemos permitir que los votos que hemos tomado se degeneren
y deberíamos aprender algunos textos maravillosos, como La práctica del bodhisattva,
pues supondrá un beneficio genuino para nuestra mente.

En concreto, dado que has aceptado a Guru Padmasambhava como el señor de tu linaje,
debes recibir iniciaciones, transmisiones e instrucciones esenciales de los linajes largo (kama) y de tesoros (terma) del mantra secreto.
Pero no basta con recibirlas: es crucial que te esfuerces al máximo
en las profundas prácticas de aproximación y realización, a través de cualquiera de las Tres Raíces con la que te sientas más próximo.

Habiendo nacido en estos tiempos, el final de una era,
es extremadamente difícil beneficiar a los demás de manera directa.

Es más productivo lograr las enseñanzas del Buda gracias a la meditación,
cuidar con el máximo recelo tu compromiso de samaya con el guru
de quien has recibido transmisiones de las etapas del Vajrayāna,
y cultivar una fe estable e inquebrantable.

En la fase de generación, no te obsesiones con la apariencia de la deidad.
En su lugar, desarrolla claridad, pureza y estabilidad; todo aparece pero está vacío, como el reflejo de la luna en el agua.

En la fase de perfección, no caigas en la influencia del apego y el deseo,
sino deshazte de los conceptos que se aferran a las características autónomas.
Debe permitirse que la adicción a la obsesión dualista se libere de manera natural.

En concreto, la sabiduría de la base
va más allá de toda palabra, concepto y expresión oral.
La comprensión, experiencia y realización deben surgir gracias al poder de las bendiciones.

Cultiva por tanto, la devoción de ver al guru bondadoso
como al mismo Buda en persona;
suplica, recibe iniciaciones, une tu mente con la sabiduría y descansa.

La naturaleza de la conciencia no está teñida por pensamientos de los tres tiempos.
Permanece en ese estado genuino sin estropearlo con alteraciones.

La conciencia natural es, y siempre ha sido, pura y libre de elaboración conceptual;
reconocer esta naturaleza primordial inmutable es la visión.

Permanecer ahí, sin distracción o aferramiento,
y permitir que todo se establezca por sí mismo, es la clave de la meditación.

Lleva la consciencia—que es la unión de la visión y la meditación—
al camino y todo lo que surja en ese estado es la conducta.

Deja ir esperanzas y miedos, e ideas de lo que se debe o no se debe hacer, y permite que estos sean naturalmente liberados.
Si te aplicas, se hará evidente para ti la naturaleza de los tres kāyas de la conciencia primordial.
No hace falta buscar ningún otro método.

Cuando todo sea perfeccionado en la base primordial, obtendrás el resultado, lograrás el bastión real,
¡y vaciarás los tres reinos inferiores!

Gracias al mérito de haber escrito este breve texto de consejos
que presentan un camino de gozo hacia el despertar,
puedan todos los seres despertar del sueño de la confusión
y lograr la luz de la sabiduría que es expansiva de forma suprema.[1]

El tulku supremo de Degyal Rinpoche[2] me ofreció una estatua junto con la petición de este poema. En consecuencia, yo, Jamyang Chökyi Lodrö, escribí esto en Gangtok y se lo ofrecí.


| Traducido al inglés por Sean Price, 2020. Traducido al castellano por Paula Jardón, editado por Sara Rojo, 2024.


Bibliografía

Fuentes en tibetano

'Jam dbyangs chos kyi blo gros. "zhal gdams byang chub bde lam" en ’Jam dbyangs chos kyi blo gros kyi gsung ’bum. 12 vols. Bir: Khyentse Labrang, 2012. BDRC W1KG12986 Vol. 8: 304–309

'Jam dbyangs chos kyi blo gros. "zhal gdams byang chub bde lam" en gsung 'bum/_'jam dbyangs chos kyi blo gros/ (dbu med/). BDRC W21813. 8 vols. Gangtok: Dzongsar Khyentse Labrang, 1981–1985. Vol. 2: 317–322


Versión: 1.0-20240807


  1. En estas dos últimas líneas, Jamyang Khyentse incorpora dos sílabas, sangs (despierto) y rgyas (expansivo) que forman la palabra tibetana para Buda e iluminación (sang rgyas).  ↩

  2. El segundo Degyal Rinpoche, Pema Jigme Chöying Rangdrol (1937-1985)  ↩

Jamyang Khyentse Chökyi Lodrö

Jamyang Khyentse Chökyi Lodrö

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